Una primera versión del montaje me acompaña en el retorno al territorio, la idea es revisar en conjunto a la comunidad el montaje y según sus apreciaciones realizar cambios. Nos preocupamos que esta etapa de inclusión sea principalmente de aprendizaje, ya que no habíamos tenido la oportunidad de hacerlo en residencias pasadas.
Al llegar a Punta Arenas me reúno con el equipo de Red Cultura Magallanes para ponernos al día y resolver los pendientes propios de la exhibición el día sábado 15. A las 18:00 me subo al bus para volver, después de casi tres meses, a Tierra del Fuego. Me recibe en Bahía Azul Maritza y Alexéi, grandes amigos a estas alturas, y pienso que tienen que pasar años para echarnos de menos. Paso un par de días en su local, ayudando a limpiar y atender a los clientes, mientras revisamos el montaje: les explico que son piezas incompletas, que hacer cambios no es difícil y la idea es aprovechar estos días para que quede tal como se lo imaginan. Alexéi quiere incluir material de archivo fotográfico para comparar el paso del tiempo en Cullen, su pueblo, mientras Maritza quiere agregar una voz en off a su capítulo que reflexione sobre su relación con los viejos Onas de la isla. Paralelamente, y con toda la calma del mundo diseñamos en conjunto el afiche y ya estamos listos para ir a Cerro Sombrero. Al llegar filmamos las viejas fotos de Alexéi y montamos en el mismo momento. Feliz y emocionado con el resultado exportamos su versión final. Durante la noche, grabamos con Martiza y lo mismo, damos por finalizado el montaje de sus capítulos.