Durante esta semana hemos comenzando a cerrar procesos. La emociones se mezclan y a ratos me quitan un poco el sueño. Me dan ganas de quedarme más tiempo, de profundizar el trabajo que hemos ido realizado y se me ocurren nuevas ideas (principalmente en la noche, mi estado marino meditativo ha sido alterado), pero al mismo tiempo entiendo la importancia del cierre para los participantes y mi necesidad de detenerme a mirar desde afuera todo lo que he aprendido durante estos intensos meses.
Resumiendo esta semana:
Lunes, nos reunimos por última vez para bordar nuestras banderas. Ya estamos casi listas para nuestra acción performática. Queremos ir con nuestras banderas/voces a la Isla de los Huevos, lugar emblemático de Los Vilos y el cual no se puede visitar sin un permiso de la marina y un bote arrendado exclusivamente para el viaje. Por el momento, creemos que lograremos nuestro objetivo, ahora nos falta confiar en el mar.
Martes, reunión con el Centro de Estudios Musicales, quienes están a cargo de la música en el malón para el viernes. Vinieron dos de los 15 músicos participantes a probar sonido y revisar los equipos.
Miércoles, hicimos la última entrevista con Carolina a la señora Eliana, hija de trabajador del ferrocarril. Llegamos a su casa la semana pasada por casualidad buscando a otra persona y mágicamente nos encontramos con ella. Estuvimos dos horas en su casa memoriando, mirando fotos y tomando té.
Mañana tenemos reunión con los amantes de trenes y el viernes, el malón musical.