Llegamos al último día de nuestra presencia en el territorio después del largo camino recorrido durante estos tres. A pesar de saber que volvemos en enero, se siente la inevitable despedida. Después de toda la semana terminando los últimos detalles por grabar, papeleos y gestiones para nuestro regreso, pudimos terminar con una amena once junto al grupo de mujeres, donde reímos y conversamos sobre el proceso vivido y lo que vendrá. Hoy sábado, teníamos la última mañana en el pueblo, que aprovechamos para hacer la última escena pendiente de la obra audiovisual, donde invitamos a un grupo de mujeres mayores del pueblo a conocer las piedras que habíamos hecho, finalmente pudimos ir sólo con dos, ya que las otras se encontraban enfermitas y mal de los huesos. Bajamos al río, donde Margarita les relató las historias que habían dibujado sobre las piedras, un final hermoso donde las mujeres reflexionaban acerca de la importancia de dejar esa huella y sus recuerdos de esta historia acallada. Nos agradecieron y felicitaron con abrazos, pudimos ver en sus cariños que percibían los dibujos en las piedras como regalos, ofrendas al pueblo, «están dejando un recuerdo» decían. Un recuerdo de nuestro paso y del paso de la historia plagada de extraños visitantes.
«No hay nada más extraño, en una tierra extraña, como los extraños que vienen a visitarla»
Dennis O’Rourke en Cannibal Tours, 1988.