Sandra Marín
Existir en un lugar de un día para otro, hacerse notar. En un pueblo inmediatamente todos identifican a los extranjeros, te miran y analizan en la lejanía. Nuestra intención es tomar esa mirada y entrar ahí. Acercarnos y transmitir nuestro cometido. Al abrir esa distancia nos preguntan ¿Cómo se llama usted? ¿Qué hacen ustedes aquí? ¿Por qué vinieron? ¿Cómo era que iban hacer qué aquí? ¿Hasta cuando se quedan? ¿Por qué les gusta aquí a ustedes?
Hay un inicio que se abre paso durante toda esta estadía que es la difusión. Lo que armamos para llegar a los demás. El panfleto, el afiche, el logo, la hoja de presentación, los cuestionarios, las maquetas y propuestas. La visualidad y la organización de la información. ¿Qué decir? ¿Cómo decir? ¿Cómo hablamos para todos? ¿Qué imagenes resumen este lugar? ¿Qué imagen habla del proyecto?
Tercera parte: los recursos para esto. Impresora, papeles, cartoneros, superficies de corte, cuño seco, timbres y el sello que nos identifica. Decisiones al parecer livianas pero que configuran la visualidad. Será en blanco y negro sobre hoja de color, o, a color en hoja ahuesado. Formato, 9 hojas cartas unidas forman un afiche mayor, afiche tamaño carta, una carta dividida en 4 para hacer volantes. Impreso por un lado, impreso por los dos lados.
Todos estos esfuerzos llegan a la intimidad de la casa de la comunidad donde estamos. Se instalan en la plaza o en la pared de un negocio. Nos nombran y señalan, invitan, nos ubican como agentes dispuestos al encuentro y abren camino entre todos. La papelería impresa y digital dice: algo está pasando y tú estás bienvenido.