Seguimos creando nuestras banderas, hoy comenzamos con el pintado. Nos estamos juntando en el café de la Casa de la Cultura. Es un espacio con muy buena luz, tiene ventanas que dan al sector abierto del centro cultural y con vista al mar. Es el lugar más usado del Centro Cultural, incluso más que las salas multiuso. En el café se hacen dos talleres de pintura, los cocktails de la Municipalidad, reuniones de Servicio País y la Municipalidad, se hizo el pasado malón y ahora el proyecto de banderas. Lentamente hemos ido apropiándonos del Centro Cultural y ya cada vez es más de todos los habitantes de la ciudad y menos sólo de los funcionarios de la Municipalidad. La Casa de Cultura realiza diversas actividades culturales, pero los vileños ven el lugar con un poco de desconfianza y lo sienten alejado de su casa e intereses. Creo que durante la residencia hemos logrado hacer un pequeño, pequeñísimo cambio con respeto a éste problema, pero la verdad ha sido el desafío más grande.
Tengo las esperanzas de que con el segundo malón lo pequeñísimo sea más bien pequeño y se resignifique el Centro. Para el segundo malón, que ya es la próxima semana, van a participar varias comunidades, un electivo de arte del liceo va a diseñar la decoración con obras que han hecho durante el año, el Centro de estudios musicales está organizando una muestra y el artista local Mauricio Álvarez va a estar a cargo de una actividad. La idea ha sido involucrar a la mayoría de las comunidades que he conocido durante la residencia y con esto, promover el uso y apropiación del Centro. Por ahora ha funcionado y están todos entusiasmados con la oportunidad de participar y compartir, espero que las ganas sigan vivas hasta el gran día gran.
Volviendo a las banderas, hoy tuvimos sesión de definición de detalles y pintado. Como la vez anterior, lo mejor fue el intercambio de saberes y el respeto y valorización por la diversidad de voces.