Comenzamos a preparar todo para pintar el galpón, limpiar la superficie y trasladar las pinturas desde casa de Luis, en ese mismo momento nos llamó Blanca para contarnos que lograron conseguirse un andamio con el maestro Pinilla. Su esposa Nelda, nos estaba esperando con todo para que pudiésemos comenzar a trabajar hoy en la mañana, amablemente nos prestaron su andamio porque todas las integrantes de la Mesa están contentísimas con esta acción que haremos. El galpón lo han levantado con mucho esfuerzo y solidaridad, eso lo tenemos presente en el aporte que podemos hacer desde nuestra residencia. Todas están atentas y tratando de ayudar en este proceso de nuestra residencia.
Con el andamio que nos prestaron el trabajo se hace mucho más ameno, ya nos daba vértigo subirnos a una escalera. Junto a Luis hemos empezado a pintar el fondo y la obra gruesa. El motivo del mural lo hemos desarrollado con varias integrantes de la Mesa y Luis, donde pensamos hace varias semanas qué podríamos trazar. Llegamos a la conclusión que la madera es una materialidad con la que todas y todos nos sentimos cómodos, por lo que todo tendrá que ver con simular la fachada como si fuesen vigas de madera, y al centro, pintaremos una olla de hierro forjado basada en una historia que nos contó Blanca cuando la fuimos a visitar. En su familia se ha transmitido de generación en generación una olla negra que ha conservado y con la que cocina solo para ocasiones importantes. Esa olla es la que evocaremos, así como también el fogón que por tantas veces nos ha calentado y abrigado mientras todas y todos compartimos en el galpón.
El día jueves tendremos un encuentro donde compartiremos sobre el textil, así que tendremos la oportunidad de compartir lo que hemos avanzado. Varias ideas han surgido para pintar posteriormente: flores de copihue, animales endémicos, algunas papas miñarki, etc. Pero eso lo iremos desarrollando en el camino según se vayan tomando decisiones en colectivo. Para la actividad del jueves tuvimos algunos imprevistos, pues don Alonso, se había comprometido a tenernos esta semana los bastidores con los cuales haremos el trabajo de tejido en wixal, no obstante, ayer nos llamó muy complicado porque se encuentra hospitalizado con neumonía. Ante la adversidad el maestro Pinilla nos ayudará para que todo resulte bien, hoy nos conseguimos una camioneta y nos fuimos a Collico Sur a una barraca que vende maderas de pino, allí logramos obtener los listones con los que realizaremos entre hoy y mañana los bastidores.
Cada día que pasa hemos podido conocer más a Luis, admiramos su trabajo como artista y también agradecemos tanta amabilidad. El invitarlo a ser parte de pintar el galpón ha hecho que estrechemos lazos de amistad.