Ayer viernes, nos encontramos con algunos miembros de la comunidad para conversar sobre la importancia de la fotografía como un medio para recordar(nos) y conocer(nos). La sesión comenzó más tarde de lo que originalmente estaba propuesto -la puntualidad es algo que presenta dificultades en la Caleta- y con algunos ejemplos prácticos. Si no existiera la fotografía, no podría haberles mostrado como era yo misma hace 20 años -sonrisas en los participantes- o tampoco podríamos haber conocido los rostros de quienes “gobernaban” en Huanillo. Esta fotografía causó mucho asombro y alegría a la vez, pues “el castillo” es un lugar que los habitantes de Caleta San Marcos reconocen como parte de su patrimonio.
La asistencia a este encuentro fue de unas 10 personas aproximadamente -entre niños y adultos- cantidad que para algunos de los presentes representó el débil interés de la comunidad en participar en actividades culturales y no demoran en aparecer propuestas para convocar a más personas.
Las Retrografías, son un medio para indagar en nuestro pasado y presente. Se logra a través de la recreación de una fotografía tomada con una cantidad de años que evidencien cambios. Debo mencionar, que la idea y el nombre fueron tomados del programa televisivo del mismo nombre.
Al proponer a los presentes recrear las fotografías que trajeron -entusiasmados con la idea- definieron la jornada hoy para realizarlo. Para dicha instancia, necesitaríamos un bote, pues una de las fotografías fue tomada desde el mar. Debo reconocer que el hecho de subirme a uno es algo que esperaba con ansias, pero nunca pensé que se moviera tanto. El proceso incluyó a varios participantes de la comunidad quienes definieron el lugar donde se haría la toma. Posterior a esto -y ya en tierra firme- continuamos recreando las fotografías seleccionadas. Llega a tener cierto romanticismo el hecho de estar frente a una persona o lugar 20 o 30 años después, teniendo su pasado en las manos.
Como nuestras tomas las hicimos en el espacio público, de a poco fueron apareciendo los curiosos, unos asomados discretamente por las ventanas, otros que se incluyeron en las tomas y algunos que hasta llegaron con imágenes de sus propios álbumes familiares. Las Retrografías son un espacio de “Prueba – Error(es) – Prueba(s) – Resultado” y en esta jornada nos permitieron -además de obtener los resultados propios del método- alcanzar un primer acercamiento de la comunidad con la cámara y el trípode, porque sí, son elementos que pueden parecer un poco intimidades cuando no los has usado, pero este miedo solo se puede vencer con la práctica, algo esencial si queremos hacer una película entre todos.