Hoy aprendimos algunos puntos de bordado. Parte del proyecto es bordar nuestras voces, pero la semana pasada nos dimos cuenta de que nadie sabía hacerlo. Es por eso que invitamos a María Ercilia Figueroa a que nos enseñara las bases de la técnica. María es como muchas personas que viven en Los Vilos, venía con su familia a veranear y, por el amor al lugar y alguna razón personal, hace algunos años decidió cambiar de vida y vivir aquí. El bordado era su hobby y actualmente es su fuente de trabajo, hace clases en la tienda Fabiola y a un grupo de mujeres en Caimanes. Cuando la contacté para que se sumara al proyecto y nos enseñara a bordar, estaba muy contenta. Me confesó que tiene el sueño de crear el grupo de bordadoras de Los Vilos y que ve el proyecto como una oportunidad para lograrlo.
Tuvimos una tarde entretenida y muy fructífera, compartimos historias personales y logramos aprender 5 puntos diferentes. La señora María nos contó historias sobre Violeta Parra y nos explicó las similitudes y diferencias entre lo que estábamos aprendiendo y la técnica de Violeta. Todas logramos realizar el desafío propuesto, si bien en momentos nos costó bastante pasar de un punto a otro y entender el movimiento exacto de la aguja, cumplimos. Personalmente creo que lo mejor de nuestro encuentro fue el intercambio entre generaciones. La señora Eladia nos enseñó a todas a enhebrar la aguja, la Belén (estudiante del liceo) nos explicó cómo hacer el punto de pescado y entre todas nos apoyamos (y copiamos) en cada paso.