En cada casa que se realiza la comida, nosotras ponemos un libro de registro en el que “se pasa lista” de cada participante con la hora de llegada y su firma. También tenemos un libro de sugerencias en el que cada una nos escribe qué le pareció la junta y si es que tiene alguna sugerencia o proposición para una próxima junta. Esta última actividad la hacemos durante la semana posterior a la comida, las vamos a ver a sus casas o trabajos, y a veces hemos dejado el libro de un día para otro con alguna de las participantes, pues necesitan de tiempo e inspiración para escribir. Esta instancia potencia los lazos y así se generan más reflexiones en torno a la actividad.