Hoy termina en la localidad de Nenquén el proyecto “Lugares Comunes”. Ha sido un trabajo con altos y bajos, con alegrías, discusiones, reflexiones, cuestionamientos y a veces frustraciones. Trabajar en comunidad no es del todo fácil, y bueno, eso ya lo teníamos en mente al llegar a la localidad. Sin embargo, el proyecto entrega mucho más que el proyecto en sí, más que el hecho de ser una residencia y de estar enlazado a Red Cultura o al Ministerio de Cultura, las Artes y el Patrimonio, es mucho más!
Por este motivo escribo “hoy termina […] el proyecto”, pues hoy 13 de enero acaba el proyecto, pero recién comenzamos a despedirnos de los vecinos de Nenquén, que amablemente nos recibieron, contestaron nuestras una y mil preguntas, nos invitaron a conocer más de sus vidas, de sus costumbres, de la vida cotidiana, de los paisajes, de sus historias, de sus recuerdos, de sus memorias, de sus familias. Abrieron las puertas de sus hogares y sus casas, para alojarnos emocionalmente en un espacio de este. Para recibirnos con una sonrisa, con un abrazo, un vaso de agua y una conversación al paso o en algún ladito que sirviera para ello.
La residencia ha sido más que solo un proyecto en la localidad, hemos hecho de amigos y colaboradores. Hemos conocido gente entusiasta, gente que ama su tierra y su historia y quiere darla a conocer.
Al reconocerse como nenqueninos, valorando los grandes tesoros que aguardan en la zona, y que al iluminarlos pudieron visibilizarse. Fue en este proceso de iluminar que hubo un redescubrirse y reconocerse como comunidad.
Al revalorar los espacios que un día fueron utilizados por los más ancianos para su enseñanza, fue que también quisieron usarla con fines educativos y usar sus muros como pizarrones en los cuales exhibir aquello que marca Nenquén, desde el paisaje de flora y fauna, de lo cotidiano con los hombres que salen día a día sobre sus bicicletas, del ex colegio y de los campeonatos de fútbol que antes habían.
Todo aquello hemos compaginado en un libro álbum, que recopila, enseña y exhibe, todo aquello a lo que la comunidad se vio interpelada a revisar, discutir, recordar, ocultar, develar y a mirar.
Nos despedimos de ti Nenquén, principalmente de tu gente, que son el corazón del lugar, nos despedimos de tus bellos paisajes que nos mostraste y nos acompañaron por estos tres meses, que hemos llamado tu alma, y que nos enseñó a volver a oír, mirar y sentir, a reconocerse y a redescubrirse tomando espacio para acercarnos nuevamente a lo esencial. Nos despedimos de ti Puente los Maquis, que nos dabas la bienvenida todos los días y nos decías adiós todas las noches.
Nos despedimos por ahora de esta aventura, volveremos en abril, para el día del libro, a lanzar el libro álbum que creamos junto a la comunidad y que la Municipalidad de Palmilla está muy alegre de recibir junto a los vecinos de Nenquén.
Esperamos volver a verlos a todos en abril y les agradecemos enormemente su tiempo, colaboración, paciencia y entrega.
Gracias por sus historias, por sus recuerdos, por las onces, por las churrascas, por las tardes de cine, por hacernos parte de la comunidad, porque hoy nos vamos sintiéndonos un poco nenqueninos, al menos una parte de todos los vecinos nos llevamos con nosotros, invisible, intangible, pero indeleble en nuestras memorias.