La paranoia que se ha generado a partir de la muerte de Camilo Catrillanca, ha llegado incluso hasta el recóndito pueblo de Lonquimay. Hoy se supone que iban a haber 3 funciones de cine gracias a un proyecto de cine móvil: un camión que traslada una sala de cine dentro de un container a lugares alejados del país.
Las funciones en todo el territorio de la Araucanía fueron canceladas, incluso en Lonquimay, en donde la última protesta grande que se recuerde debe haber sido la revuelta de Ránquil.
Este mismo día me llaman de la población Las Brisas, que queda a un kilómetro de Lonquimay urbano, diciendo que se cancela la once que tenemos con ellos el día martes. Empiezo a reagendar las reuniones y cuando ya tengo más o menos resuelto, empiezo a revisar las siguientes onces, la del miércoles está confirmada y con alta convocatoria, la del jueves está un poco silenciosa así es que decido comunicarme con la señora Rusanda, la presidenta de la junta de vecinos de la población Santa Helena que nos toca el jueves. Me da un montón de excusas y me dice que también tiene que cancelar.