BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Mujeres mapuche-pewenche y oficios ancestrales Lonquimay, La Araucanía - 2018 Residente: Compañía La Laura Palmer
Publicado: 19 de diciembre de 2018
Ida a pescar y primer laboratorio con los niños

Ayer fuimos a pescar con Ángel, Cristian y su novia. Nos pasaron a buscar y caminamos hasta el río Lonquimay que queda a 2 kilómetros del pueblo, justo al lado de la carretera internacional. Estuvimos toda la tarde junto al río, Ángel nos enseñó a usar su tarra, con la que aprendió a pescar desde niño. Algo que le enseñó su padre. Cada día que conocemos más a Cristian y Ángel, nos damos cuenta que son personas con una conexión muy particular respecto de su territorio. Es algo que no nombran de manera tan evidente, pero su relación con el lugar en donde viven es radicalmente distinta de la relación que nosotros, como extraños en este lugar, tenemos.

Roberto empezó a registrar ya que lo que acordamos con los cabros es que estos momentos nos servirían para reunir material que después podríamos discutir y luego utilizar en la creación de un material audiovisual que acompañe una de las canciones de Nico.

Cuando estábamos recolectando madera para hacer una fogata, Ángel se pone a gritar: «picó, picó» llevábamos menos de 30 minutos a la orilla del río y ya había picado. Roberto registró todo el proceso, desde la salida del pescado, hasta la fileteada.

Pusimos música, y Ángel se puso a preparar las brasas para asar el pescadito.

Ni Roberto ni yo habíamos comido nunca un pescado a la orilla del río.

Hoy fue nuestra primera sesión con los niños del Naranjo. Llegaron 10 de los 11 inscritos y trabajamos dos ejercicios. Roberto puso una canción y les pidió a todos que cerraran los ojos y trataran de poner su mente en blanco (esto le dio el apodo de Rob el mente en blanco entre los niños), y que se concentraran en las imágenes que venían después de que la mente estuviera en blanco. Luego de eso hicimos una ronda en donde todos contaban lo que vieron. Las historias que aparecían ahí fueron significativas para un primer momento de trabajo. Luego empezamos a trabajar con objetos personales que trajeron y a contar historias sobre esos objetos. Ambos ejercicios nos sirvieron para empezar de a poco a conocernos y a compartir material biográfico que nos permitirá en el futuro armar algo en conjunto.

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