Todos los diálogos, todas las conversaciones se diluyen en escucha, este modelo de trabajo nos hace afrontar el problema del paso del tiempo, que se revela en cada palabra, gesto, sonido, registrando como espectadores una realidad que se acerca al olvido.
“El Chinchorreo”, oficio que proviene desde la recolección de recursos naturales del mar por las culturas originarias en tiempos antiguos, y que luego con la llegada de las empresas dedicadas a la extracción minera, muta a la extracción de carbón en los residuos de mineral (TOSCA) que eran depositados en grandes montículos a las orillas del mar en Lota. Algunos personajes aun realizan este sacrificada labor, otros, nuevamente y obligados, han tenido que cambiar de modelo de recolección a la extracción de algas, proceso que se vive en todo el litoral de Chile por la leyes que han limitado la pesca artesanal.
Este modelo de extracción de algas es un modelo similar a lo que ocurre con los bosques nativos en varios lugares de Chile, ya que al extraer indiscriminadamente estas especies, los hábitats de otras cambian radicalmente produciendo daños irreparables en los ecosistemas.
Muchas de las vecinas y vecinos del Morro provienen de generaciones de familias dedicadas a la recolección de orilla, varios conscientes de estos cambios radicales que han sufrido estos territorios a causa de la explotación del carbón y de las especies marinas.
Seguimos en nuestros procesos de recolección de memoria, las vecinas nos invitan a ver sus labores a las orillas del mar, formas de trabajo milenarias que han sido trasmitidas silenciosamente de generación en generación, ellas quieren narrarnos sus vidas, ellas quieren hacer visible su presente, que es pasado a la vez.
El arte cambia de un objeto a una acción, “acción poética” que es transformadora y activadora de reflexión sobre el cotidiano, las mujeres como ser central de este proceso nos han hablado desde su interior sobre el valor de su entorno, sobre el valor de su vida, sobre el valor de la contemplación del mar que cada día las acompaña.
Nº3
El mar y su orilla rebotan y cambian una y otra vez el paisaje
desolado, la herrumbre y el musgo-alga verde se aferran a los
pilares que alguna vez fueron de incólume concreto.
(Extracto: poema Los Lugares, libro: Reconversión de Daniela Guerrero, Lota 2017)