Desde lo simbólico de caminar hacia el mar, desde los simbólico de contemplar el mar, caminamos por El Morro en comunidad, algunos sonidos nos acompañaros, algunos sonidos nos invitaron, al paso de un niño, al paso de un perro, al paso caminamos tranquilamente a este momento que nos invitó a disfrutar un instante del cálido sol que expectante nos esperaba para retirarse a nuevos horizontes.
Desde el silencio se contempló en comunidad, en silencio se contempló en familia, en silencio se contempló en un abrir y cerrar de ojos, el paso del viento y de las aves que comparten este horizonte a diario junto a los vecinos del sector EL Morro.
Así cerramos una semana de eterno aprendizaje contemplando el territorio, escuchando al territorio, ya no nos sentimos tan extraños, ya no nos sentimos tan lejanos, somos seres humanos contemplando un atardecer en algún lugar del planeta.
Cuando lo comunitario se transforma en poesía, a veces no son necesarios pinceles, ni cámaras, ni instrumentos, tan solo se requiere ser consciente del momento que vivimos. Así terminamos esta reunión de sábado por la tarde juntos en comunidad contemplando el atardecer en El Morro.