La lluvia pareciera paralizar todo, todo se torna mas quieto y tranquilo de lo habitual.
Por un momento pensamos que nuestra visita al taller de hierbas medicinales iba a fracasar, pero al llegar nos encontramos con la sorpresa de que habían asistido más de 6 personas, lo que es un gran logro para un día de lluvia, considerando que la mayoría se moviliza a pie o en bicicleta.
El taller de hierbas medicinales es una iniciativa de la comunidad apoyada por la Posta del Salto, donde tienen su huerto y lugar de trabajo, específicamente en el jardín posterior. Nos habían hablado mucho de esta agrupación y de lo organizadas que son, llevan dos años reunidas y ya tienen personalidad jurídica, se han adjudicado fondos y han participado en diversas ferias.
Se reúnen todos los lunes de 14:30 a 16:30, en cada reunión una integrante del grupo se encarga de compartir una colación saludable para las demás, en esta ocasión nos convidaron yoghurt con frutillas. Se nota el amor y dedicación por lo que hacen, nos comentan que comenzaron a trabajar con las hierbas curativas cuyas cualidades se habían transmitido a través generaciones, y que luego recibieron un libroque les ayudó a reafirmar todas sus creencias respecto a estas plantas.
Al igual que en la reunión en la Escuela, les comentamos las ideas que se han ido generando en conjunto sobre la residencia y realizamos una dinámica para conocer sus intereses y cuales creían que podían ser sus aportes en términos de habilidades y fortalezas. Nos encontramos con que sus respuestas tienen mucho que ver con las del otro grupo, pero desde un enfoque ecológico, uno de los comentarios que sintetiza todo lo conversado es el de querer contar “la historia del Salto a través de la naturaleza; flores, plantas, etc.”
Quedamos en contacto y esperamos que se unan a la creación colectiva.