En la población Digna Rosa, ya casi todos los niños nos conocen. Los que antes nos miraban con desconfianza han visto que no solo lo pasamos bien, sino que respetamos sus ideas y opiniones. Los talleres con El Clan se han llenado de niñes de entre 7 hasta 16, también tenemos una mamá y un chico con capacidades diferentes. Nos juntamos los viernes en el salón principal del Cedep, que tiene baños y es muy cómodo.
Siguiendo las metodologías de El Clan, hemos alternado juegos, conversaciones y creación artística. Hemos observado algunos temas recurrentes en los niñes en relación al barrio: la droga y como los que consumen se han apropiado de espacios como la plaza, al igual que los borrachos con sus peleas. El descuido de los vecinos que ensucian y estropean los espacios comunes. Algunos lugares y actividades destacadas son la cancha del CAD, la plaza de los encuentros, los amigos-vecinos, y El Clan.
Trabajando en el barrio, hemos empezado a imaginar que nos gustaría que apareciera en los espacios públicos para que todos los vecinos lo vean. Los niños han surgido conceptos como juegos infantiles, árboles y flores, mascotas, la feria libre, naturaleza y enamoramiento. Nuestra idea sería intervenir a través de murales el espacio público para hacer visible la voz de los niños a modo de llamado -exigencia- a los adultos a cambiar sus hábitos para construir un espacio verdaderamente inclusivo.