Últimamente nos hemos juntado con los niñxs de la Digna Rosa en el espacio público, especialmente en torno a la plaza de los encuentros. Les preguntamos a nuestros colaboradores por experiencias que les haya sucedido en esa plaza, y qué sabían de ella. Las conversaciones fueron variadas pero salieron un montón de pequeñas historias y apreciaciones que tenían les niñes de esta plaza.
Supimos que le llamaban parque, que algunes iban a comprar a la feria que se instala ahí los martes y viernes, que ahí se habían peleado, se habían hecho amigos y se habían enamorado. Nos contaron de varias caídas, de los perros que vivían por ahí en la plaza, de los gatos que a veces iban a alimentar y de una vecina que no les caía bien. Además, nos contaron que antes habían muchos más juegos y con el tiempo, las personas de la feria los habían ido rompiendo. También hubo varias historias con personas que fumaban en la plaza, que ‘carreteaban’ o hacían asados ahí. A una niña antes la dejaban ir sola a la plaza y ahora ya no porque según su mamá, ahí robaban. Sergio, dirigente de la agrupación El Clan, contó que así fue como se armó su organización: para correr a las personas que se curaban y drogaban en la plaza. Organizaron batucadas y varias actividades, hasta que por fin lograron echarles. De ahí comenzaron un trabajo por la recuperación de ese espacio para les niñes que aún sigue en disputa constante, entre vecinos, vecinas, feriantes, fumadores y otres.
Como complemento de las conversaciones en la calle, en el salón del Cedep, compartimos las historias de les niñes, las escribimos en cartulina de modo de generar memoria de un taller a otro. De hecho, a partir de los temas/historias que salieron en la cartulina, les niñes hicieron grandes bocetos de murales posibles para la plaza de los encuentros. Conversando con les niñes mientras pintaban, fueron apareciendo distintos temas, entre ellos, la droga y el tráfico en ciertos pasajes específicos. Ellos nos contaban con bastante naturalidad cuan involucradas están sus familias y vecinos.
A raíz de esto, conversamos con Sergio y Beatriz la potencialidad que tiene trabajar con adolescentes -además del trabajo con niñes- ya que están en una edad donde comienzan a tomar decisiones por su cuenta, y pueden ser más críticos con sus padres, por lo tanto, tienen el poder de cambiar sus futuros y tomar decisiones que van a ser cruciales para el resto de su vida, con respecto al tema del consumo y tráfico de drogas.