El Salto es una localidad pequeña pero extensa, como existen varios terrenos destinados a la agricultura las casas quedan muy separadas unas de otras. Recorrerlo toma tiempo, se divide en cuatro sectores conformando sus dos caminos principales una cruz, en el centro de ésta se concentra la escuela, la iglesia y lo que antiguamente eran las casas patronales y centro de operaciones del fundo la Llavería.
Los días se tornan cada vez más calurososy recorrer estos caminos a pleno sol se vuelve una tarea difícil, esperamos hasta el atardecer para entregar algunas cámaras pendientes, iniciando nuestro recorrido hacia el sector de plantaciones de guindos de los Garcés. Nos encontrábamos en busca de la casa de Sara, cuando le preguntamos a una vecina que arreglaba su jardín si conocía su ubicación, nos quedó mirando con extrañeza de pies a cabeza y nos preguntó: ¿Qué son ustedes? ¿son misioneras? con risa y desconcierto le comentamos que no lo éramos y qué estábamos haciendo ahí, para luego continuar nuestro camino en busca de Sara. Toda la población tiene marcado el recuerdo de las misiones, durante muchos años estuvieron presentes en la zona, cuentan que antiguamente llegaban en los meses de noviembre y que en diciembre concluían con carros alegóricos que partían de los 4 límites para juntarse en el centro.
Finalmente encontramos a Sara, le entregamos la cámara, ella nos invitó a conocer su casa y un poco más de su vida.