Principio de mes y en la reunión de comité de vivienda las vecinas plantearon la idea de organizar una fiesta de navidad para los niños. Cynthia tomó la batuta y quedamos en que como Migrar íbamos a apoyar con comida, una presentación y en lo que fuera necesario. También quedamos de juntarnos a mitad de mes para organizar bien la fiesta. Ya me había llamado la atención que en las reuniones de comité, en su mayoría, las asistentes eran mujeres. Finalmente se decidió que con el dinero que juntaron entre los vecinos iban a comprar los regalos a los niños y nosotros estaríamos a cargo de la comida, tanto para los niños como los adultos. Nelson quedó de hacer juegos para los niños, y facilitar la sala de danza para realizar el evento. Sandra estaría a cargo de cocinar jugo natural para los niños y preparar cosas para picar y compartir. Yoya se comprometió con apoyar en el adorno, facilitando materiales para hacer banderines, los cuales armaron entre la Nico, Ely y Cynhia. El Gian por su parte consiguió que un colectivo de amigos viniera a apoyar en varias labores y con equipo de amplificación, que trajeron en una camioneta. Los niños ayudaron a adornar el lugar pintando e interviniendo las fotografías de la exposición “Alturas Tomadas” y adornando un árbol de navidad que construyó Nelson con su hijo Valentín.
Por nuestra parte, se nos ocurrió a última hora entregar de regalo a los niños y adultos, unas foto-stickers con paisajes y personajes de la toma, junto a una bolsita de dulces como presente para los más chicos. Así, de manera organizada y autogestionada, cada actor asumió su rol, y se levantaba una actividad para los niños. El rol de las vecinas quedó totalmente evidenciado, como las protagonistas de un lugar que a veces tiende a parecer desorganizado, pero que en su más profundo entramado se logra apreciar ese sentido comunitario y de amor por lo que han ganado luchando, la tierra.
Lo que sucedió después, lo pueden ver en las fotos.