BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Territorio en elipsis Curanilahue, Biobío - 2018 Residente: Katherine Aravena Cáceres
Publicado: 19 de enero de 2019
Otro medio para mirar atrás

Este año se me dio la oportunidad de participar nuevamente en una Residencia de arte colaborativo junto a Katherine, y la verdad es que a partir de la experiencia anterior en Caleta San Marcos, que fue muy enriquecedora, acepté inmediatamente, ya que es una posibilidad de aportar en una comunidad desde mi profesión.

Al leer las entradas anteriores de esta bitácora, pude hacerme una idea general del territorio al que iba, en el cual nunca había estado. Al llegar a Curanilahue pude percibir que es un lugar que mantiene varias características de pueblo pequeño, con mucha historia (sobre todo minera), sin muchos signos de modernización, pero que se mueve y funciona tal como lo hacen muchas ciudades grandes del país. Esto me permitió desplazarme muy tranquilo y confiado por sus calles. De todas formas creo que es una visión muy superficial, puesto que mi permanencia en la ciudad fue de pocos días. Espero que en mi siguiente visita pueda involucrarme más.

Ahora bien, con respecto a la actividad, se invitó al grupo del Liceo Mariano Latorre -con el que Katherine ya estaba trabajando- a su propia casa para diseñar en conjunto la carátula del disco que va a contener el Making-Of  y el Stop Motion que se realizó previamente. Para ello se imprimieron una serie de fotografías que plasmaron diferentes momentos del trabajo del grupo en el proceso y se puso a disposición una serie de materiales plásticos como cartulinas, papeles, telas, acuarelas, témperas, marcadores, entre otros, para que el grupo tuviera la posibilidad de experimentar y componer con lo que más les acomodara.

A decir verdad, en un principio reinaba el silencio y la duda en las cuatro chicas (Javiera, Gabriela, Paloma y Leslie) que pudieron asistir, pero poco a poco fueron naciendo las ideas, sugerencias, propuestas y comentarios que lograron dar vida a un composición fotográfica, donde se rescatan ciertos momentos del trabajo de la residencia, algunos elementos que fueron importantes para ellas y también las dificultades.

Después del trabajo, vino la recompensa. Preparamos una once entre todas/os y creamos un ambiente distendido donde pude conocerlas más.

El resultado final aún es incierto, tengo que llevar todo ese “pegoteo” de recortes a un software para que luzca bien y ordenado, y finalmente discutir los últimos detalles con el grupo en mi siguiente visita, la próxima semana.

Por Francisco González Henríquez

Diseñador gráfico

« Ir a residencia