Desde primera hora del día seguimos avanzando en la pintura del Mural con l@s jóvenes de media y Alejandra Quintanilla (profesora de Artes plásticas y de historia del Liceo de Putú), quien dirige el proceso. Mientras se pinta el mural, el equipo de escenografía y montaje avanza con detalles de construcción de los receptáculos que almacenarán las memorias de los habitantes de Putú. Don Gaston y otra parte del equipo montan una malla para aguantar el intenso calor. L@s niñ@s del taller de audiovisual pintan afiches para difundir la actividad de la tarde, donde presentaremos sus videos y haremos una mateada comunitaria para compartir los avances y reflexiones sobre el guión del museo, e invitar a seguir donando objetos, fotografías y relatos.
En la puerta de emergencia del ex teatro de Putú, se monta un pequeño museo temporal con objetos y fotografías, para incentivar el diálogo a la llegada de los putugan@s a la actividad.
A las 19 hrs. comienzan a llegar las personas del taller, traen fotografías antiguas y se siguen compartiendo las memorias del pueblo. Llega don Ricardo con una tortilla hecha por él, se comparten los mates y se habla de distintas memorias putuganas.
Se presentan los micro documentales de los niños, uno se llama Recreo, el otro es un video clip del himno de Putú con imágenes del pueblo, y el último es un micro documental de personajes emblemáticos donde los niños les preguntan sobre las memorias e historias del Putú antiguo. Además, presentamos VHS antiguos que han sido digitalizados durante el proceso y muestran fiestas putuganas, trillas y a Otilia “tilita” Gonzalez, cantora de estas tierras, en fiestas de casas del pueblo.
De a poco nos damos cuenta que ya no solo es la instalación del Museo sino que la recuperación de un espacio de encuentro comunitario lo que se vuelve un hito importante para la comunidad. Tod@s están felices con el mural realizado y con el espacio donde nos podemos reunir a compartir. Aparecen nuevas ideas, Yanette del Club de amigos de Putú, nos plantea la posibilidad de conseguir una donación de maderas para construir una terraza en la entrada del museo, además de bancas para la nueva plaza. Se ofrece mano de obra de distintas personas que vendrán a ayudarnos con esta tarea.
Cerramos el Museo, guardamos los equipos y volvemos caminando a casa, cansados de un arduo día y semana, pero felices de seguir poco a poco generando este espacio para la memoria local: la plaza del recuerdo.