Cerca de las 15:30 nos reunimos con Angélica Navarrete, directora, junto a Gloria, Anita, Carmen y Jaqueline, el actual equipo del Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume. Nos recibieron con mucho cariño, estaban todas esperándonos pues dentro de la reunión de equipo dejaron un espacio extenso para que nos presentáramos así como contarles nuestra hoja de ruta, nuestras intenciones y nuestras sensibilidades particulares que nos hacen querer trabajar con la memoria de las mujeres de Neltume, así como la memoria indígena mapuche de la zona. Ambas dimensiones ausentes en los relatos hegemónicos de la memoria institucional asociada a la experiencia política de Neltume.
Después de comentarles al equipo la idea y los enfoques metodológicos que estábamos planificando, pudimos percibir el entusiasmo de todas ellas, pues de inmediato pusieron a disposición el espacio del museo así como un apoyo en la difusión para contactar tejedoras y tejedores, artesanas y artesanos interesados en el enfoque metodológico que queremos articular. Notamos que nuestro enfoque metodológico se encajó muy bien con los lineamientos actuales del Museo, pues precisamente no se trata de un taller de transferencia de conocimientos, sino de la articulación de una comunidad temporal de tejedoras de la memoria, tanto en su dimensión tangible como intangible. Justamente el trabajo comunitario que el Museo está buscando articular y fortalecer.
Rápidamente nos preguntaron si ellas mismas, como colaboradoras del Museo, podían también participar de esta articulación, pues quieren aprender de sus compañeras, así como contribuir con sus memorias y recuerdos para la construcción de un dispositivo de difusión de estas memorias. Respecto a esto, conversamos del video, de la foto, de las diversas maneras en que un proceso como este puede documentarse y convertirse en algo tangible. Anita, la actual administradora del Museo, es además cineasta, por lo tanto encontramos un vínculo estético y poético mediante el formato así como mediante el Museo.
Hablamos de salir en un triciclo con una “paloma” difundiendo la convocatoria para formar parte de esta comunidad de tejedoras, justamente como se hacía antes, como nos dijo la lamgnen Carmen. Antes se usaba solamente un triciclo para dar noticias y publicitar cosas, nos pareció hermosa la imagen de manejar un triciclo por el aserrín, dejar una huella de agua al pasar por un arroyo de esos que se forman en todos lados en el pueblo cuando llueve. Nos vimos en el triciclo convocando memorias que quieren tramarse con un gesto de revitalización de la memoria indígena así como la de mujeres.
Asimismo, Anita sugirió ir a la radio Nativa F.M. para dar el aviso, así como grabar unas cápsulas que pudieran quedar en loop durante una semana, para convocar mediante un llamado radial. Comenzamos así a conversar sobre la sonoridad de la voz, a discutir sobre quién era la más indicada para hablar y tenía mejor voz; y entre risas y bromas, también nos dimos cuenta entre todas las presentes que era importante la dimensión de la voz, más que las imágenes, pues precisamente en esa voz podía quedar plasmado un relato que respete también la privacidad de cada una. Finalmente acordamos que el próximo lunes a las 11:00 am nos reuniremos en el Museo para ir a la Radio Nativa a conversar con el locutor y solicitar el espacio. Anita además propuso que presentemos este proyecto invitando a otras agrupaciones activas de la zona como la Junta de Vecinos de Puerto Fuy y el Trafkintuwe de Panguipulli, y para esto iban a tener una actividad prontamente en la cual podíamos participar.
Mientras nos despedimos de cada una y luego al salir del Museo, no pudimos dejar de seguir conversando un tanto eufóricos debido a las imágenes y las ideas que ya en la primera reunión aparecieron junto a las integrantes del Museo. Tenemos la convicción y toda la fuerza dispuesta para lograr articular un espacio seguro, crítico y amoroso para las mujeres y hombres que quieran participar de la construcción de memorias invisibilizadas y nos vamos tranquilos de saber que los lineamientos tanto políticos como afectivos del Museo están en total sintonía con nuestras búsquedas y nuestros procedimientos éticos de trabajo con otras.