Ingredientes:
Preparación:
Se juntan todos los elementos comestibles en un recipiente. Puede sonar simple en un comienzo esta descripción, pero verán que cada uno de los ingredientes tiene una proporción justa, precisa e indescriptible para un novato en la preparación. Y, a favor de la verdad, las cantidades están medidas por la experticia del cocinero, el cual maneja a la perfección, y en secreto, las medidas exactas sin necesidad de usar tazas, balanzas, onzas o cualquier otro aparato de medición.
Es entonces que, a pesar de ser un aprendiz en cuestiones de churrascas, podemos vislumbrar que existe otro ingrediente importantísimo para su preparación. Que a simple vista no se reconoce, incluso parece invisible, pero que es fundamental. Este es el llamado Ingrediente Secreto***, pues dependerá de éste las cantidades a utilizar de cada ingrediente adicional. Este ingrediente esta basado en los familiares, amigos y vecinos que asistan al festín. Así, según la cantidad de comensales, cada ingrediente adicional tiene su propia proporción. Es aquí donde la presencia o ausencia de algún conocido se nota en la reunión. Es cuando se hace evidente la ausencia de esa persona que no esta, como así también, cuando se hace clara la presencia de quienes compartirán.
Es desde este primer encuentro, desde el saludo inicial, desde un “Hola! ¡Qué bueno que llegaste!… qué bueno es verte!” que hacemos el cálculo para las porciones exactas para la preparación.
Es entonces, que comienza la alquimia de los elementos.
Tomamos un recipiente grande, no importa si es de metal o plástico y lo dejamos sobre la mesa de trabajo y colocamos agua a hervir. A continuación, se vierte la harina desde el mismo sobre que la contiene. La cantidad varía según la cantidad de Ingrediente Secreto que tengamos -como mencionamos anteriormente-. Luego, se corta en cubos la manteca y éstos se lanzan al mismo recipiente que acoge a la harina.
Para continuar, debemos hacer un breve pero importante movimiento: desplaza tu mano hacia el frente, con la palma hacia arriba, y forma un pequeño y cálido refugio en ella. Dentro de este lugar, y por separado, se posarán por breves instantes solo un poquito de los polvos de hornear y del bicarbonato, para luego ser dispersados en el tiesto donde se unirán a los demás componentes.
Enseguida, debemos preparar la salmuera. Entonces, tomamos una taza y volcamos un poco de agua previamente hervida y un poco de agua fría. Seguidamente, recreamos el mismo movimiento antes descrito, y posamos sobre nuestra mano un poco de sal y la arrojamos suavemente al agua tibia. Esta preparación será la mezcla que unirá todas las piezas.
Tomamos nuevamente el recipiente que aguarda con la harina, los polvos de hornear, el bicarbonato y la manteca, y dejamos derramar un poco de la cálida salmuera. Pronto, comenzamos a amasar, y comienza así también una danza eterna: derramando y amasando, en donde buscamos confundir lo seco y lo húmedo hasta que logren dialogar.
Durante este proceso alquímico, formamos la masa. Debemos cuidar de no utilizar cada ingrediente más de la cuenta. Todo en su justa medida. Sin excesos. Ni pastoso ni seco. Lo suficientemente húmeda y seca para que no se pegue en las manos, las cuales tendrán la tarea de armar cada churrasca.
Armado:
Cortamos con las manos porciones de la masa preparada. Luego, de esas mismas porciones, cortamos otras porciones más pequeñas, de las cuales formaremos, ya sea sobre el mesón o sobre la propia palma de la mano, unas regulares esferas blancas. Una vez listas, cada una de estas bolitas son tomada y puestas sobre el mesón para ser estiradas y alcanzar un grosor aproximadamente de 1 centímetro, cuidando de conservar la forma circular de lo que antes fue una esfera.
Enseguida, con un tenedor, pinchamos suavemente las circunferencias, dejando además, unas tenues líneas sobre la agradable masa. Con cuatro pinchadas es suficiente.
En paralelo, el fuego de la parrilla debe estar encendido y en tregua. Es entonces que posamos las circunferencias sobre la rejilla y dejamos por unos minutos cocer y tostar cada circulo albo al ahumado sabor que deja el carbón.
Una vez listas, servimos inmediatamente.
Pueden ser acompañadas con pebre, palta, mantequilla o lo que usted guste. Lo importante es siempre considerar el Ingrediente Secreto. Según la cantidad de éste, serán los momentos que compartiremos, la experiencia que vivamos y la cantidad de churrascas que comamos.
Provecho!