Para nosotrxs Neltume no es un territorio desconocido, sino que se encuentra cruzando nuestras biografías desde diversas dimensiones, donde el afecto y la amistad han sido los modos con que este territorio ha tejido vínculos estrechos con nosotrxs. Sin embargo, nos sorprende llegar de nuevo, mirar el entorno, reconocer muchas cosas pero también desconocer muchas más aún que nos resultan más bien ajenas. Sorprendidxs y un poco desconcertadxs con el crecimiento y los cambios paisajísticos que el muy reciente camino internacional ha provocado sobre el mundo del trabajo en Neltume, avanzamos por el pueblo recordando viajes, ideas, conversaciones e imágenes que nos atan con este territorio. El viento nos toca los rostros como cuchillos fríos en medida que llegamos a saludar a Verónica, José, Martín, Angélica, Gloria, Edgardo, Lorena.
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Conversamos y recorremos Neltume mientras nos abastecemos para el comienzo de nuestro trabajo colaborativo junto a las comunidades y el Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume. En medida que organizamos nuestra estadía, recorriendo almacenes y ubicando servicios, y descubriendo otros que desconocíamos su existencia, vamos reconectando con las personas del pueblo. Camino a uno de los trayectos hacia el almacén, reconocemos a lo lejos el taller de don Edgardo, artesano del pueblo. Rápidamente cruzamos el bosque nativo que queda al centro del pueblo, y nos acercamos al taller, desviándonos de nuestro camino. Llamamos a la puerta y escuchamos el chirrido de maquinaria y el distintivo sonido de las sierras que se pueden escuchar por todo el pueblo. Abre la puerta don Edgardo, a quien saludamos afectuosamente, pues nos reconoce. Antonio le pasa un ngerewe (herramienta para apretar trama en el witral) y le pregunta que si recuerda cuando hace 2 años él le pidió hacer réplicas de ese ngerewe. Edgardo se acordaba de los ngerewe, del raulí y el mañío que cepilló con sus herramientas, siguiendo la madera, buscando que el cuchillo para tejedoras mapuche tenga el filo indicado. Después de revisar los trabajos de artesanía de Edgardo y luego de conversar e intercambiar historias un rato, nos dirigimos de regreso a casa pues el tiempo había volado.
De vuelta pasamos caminando al lado del, ahora declarado patrimonio histórico, aserradero de Neltume Carranco S.A., ex Complejo Forestal y Maderero Panguipulli durante el Gobierno de la Unidad Popular (1970-1973). Miramos de lejos el naranjo del aserrín acumulado por la histórica actividad forestal, pues las lluvias lo mantienen húmedo y a pleno color.
Abrimos las ventanas de la casa donde nos quedamos, queremos que se ventile antes de encender la estufa. Respiramos un aire lleno de humedad, un aire que se transforma en vientos catabáticos que nos resuenan con el nombre puelche. Sacamos de nuestras maletas y bolsos, fotos, objetos, cuadernos e imágenes que nos acompañan, las disponemos en la casa que desconocemos pero que será nuestro nuevo hogar. Acomodamos una foto del hogar para inventarnos uno nuevo, mientras esperamos motivadxs nuestra reunión de mañana para comenzar el trabajo de coordinación, difusión y planificación junto al Museo.