Un gran cuaderno comienza a escribirse sobre EL MORRO acá al sur del Biobío, donde huele a humedad, y la alegría es tan momentánea como la tristeza, hoy nos reunimos con los vecinos que escucharon el llamado al encuentro de arte colaborativo.
Llegó un poeta, un minero, varias lugueras, una pareja de enamorados, Silvana y Vasili, y una emblemática mujer, Zunilda de la ONG LA CALETA quien ha trabajado por años con los niñ@s de esta y otras comunidades de la región y el país. Destacamos a los dirigentes sociales de la junta de vecinos quienes nos recibieron en su sede comunitaria para poder entablar este diálogo que descansa en el arte hecho comunidad.
Las tías del jardín “MAR Y CIELO” también nos recibieron antes de esta reunión para brindarnos su apoyo y contarnos su experiencia en esta comunidad, ellas desde sus fundamentos llevan años trabajando con pequeños niños temas como identidad y patrimonio.
Ya vamos construyendo camino día a día, las puertas fácil se abren, el detalle esta en que también fácil se cierran, depende de nuestra relación y forma de trabajo que se construye 70 % del azar y un 30 % de administración y organización.
La armonía deja que al azar nos regale momentos que se escapan al orden y nos llenan de presente, que es poesía de vida y se construye a cada instante, donde la mirada del artista tiene que ser consiente de este gran mapa, que nos es planear y no tan solo se construye de cuatro colores. La naturaleza es el ejemplo sabio de organización, su economía de tiempo y recursos siempre será parte de este camino, la luz del sol será su guía y el agua su camino.