Galletas y café fueron la excusa para sentarnos a conversar. Un desayuno, la propuesta inicial del proceso y la invitación a entender en lo que nos embarcamos, marcaron los dos encuentros de esta semana.
Aprovechando algunos elementos del laboratorio fotográfico del liceo —que hoy es bodega—, utilizamos la Cianotipia y el dibujo para explorar en el concepto de colaborativo. La idea es que nuestros conocimientos converjan en un intento por entenderlo, mediante la experimentación y un trabajo que pone en juego la horizontalidad.
Comenzamos con algunas pruebas por contacto para familiarizamos con el procedimiento, y así, en nuestro próximo encuentro, poner a disposición la emulsión fotosensible para plasmar las capacidades desarrolladas por las y los jóvenes, de los Terceros medio C, E y F, que son parte de la clase de pintura de la Escuela artística.
He notado que el concepto es cada vez más cotidiano, en programas estatales, en publicidad, en diversas instancias, y que cuando lo escuchamos o mencionamos, aparece como un modo de hacer, al que queremos o debemos aspirar, pero ¿qué entendemos por colaborativo? es lo que buscamos aclarar, poner en común, complementar, entre todas y todos, antes de continuar. No vaya a ser que la banalidad de la repetición, juegue esta vez, en contra de un concepto tan noble.