Una vez más nos reunimos con las mujeres de la comunidad de tejedoras en nuestra salita del segundo piso en el Museo Memoria y Centro Cultural de Neltume. Ambos grupos (mañana y tarde) mostraron sus avances en la técnica kelentraro donde dibujaron una domo (mujer).
El próximo miércoles será la última vez que nos juntemos semanalmente con la comunidad de tejedoras, porque daremos inicio a otro proceso de creación en lo que nos queda de residencia. Durante esta jornada tomamos decisiones importantes para comenzar a planificar este segundo proceso de trabajo colectivo.
Iniciamos la conversación de bitácoras con Anita, y su primer planteamiento fue que diseñáramos nuestro propio dibujo textil que represente a Neltume, donde inmediatamente todas las mujeres del grupo exclamaron: ¡El volcán!¡El mocho-choshuenco!
A Carmen Llancapichún se le ocurrió realizar un cuadernillo con imágenes fotográficas de todo el proceso de colectivización que hemos compartido. Donde después decidimos entre todxs llamarlo “bitácora visual colectiva”, porque la bitácora se ha convertido en nuestra herramienta para registrar experiencias personales, aprendizajes sobre el witral (textil mapuche) y también diseñar posibles dibujos en kelentraro.
Irene asistió a la jornada de la mañana pero decidió seguir tejiendo durante la tarde porque había faltado la semana pasada por motivos familiares, quiso seguir avanzando y poniéndose al día con la nueva técnica aprendida, ella mostró una gran habilidad textil y velozmente tejió dos dibujos: una domo y una wanglen (estrella). Aprovechamos la instancia para que Irene se conociera con las mujeres del grupo de la tarde y les contara sobre las decisiones colectivas que habíamos tomado con el primer grupo, ella se convirtió en la vocera momentánea de las mujeres de la mañana.
Luego que Irene explicara las propuestas del grupo de la tarde, salieron a flote nuevas ideas, donde se tomó la decisión de realizar un almuerzo comunitario entre ambos grupos y asistir el próximo miércoles durante todo el día, para poder tejer, conocerse entre ambos grupos y esquematizar la exposición de nuestro trabajo colectivo.
La propuesta final del trabajo colectivo durante nuestra residencia es lo siguiente: tejer entre todxs una pieza textil que quedará junto al witral¸ es decir, no sacaremos el tejido del telar; diseñaremos nuestros propios dibujos, un volcán, a varias mujeres y unas estrellas (esto puede seguir variando de acuerdo a las próximas decisiones que tomemos como comunidad); tener un cuadernillo con imágenes de todo el proceso textil que hemos compartido, a este trabajo lo denominados “bitácora visual colectiva”; además realizaremos una gran cápsula sonora con reflexiones y memorias del proceso de creación en witral. Y por último, donar todo ese trabajo colectivo al Museo.
Al llegar a nuestra casa temporal, nos sentimos muy contextxs de la jornada de hoy, porque notamos en las pu lamngenuna fuerza y entusiasmo en trabajar, construir y crear, ellas tienen las energías para seguir trabajando en comunidad, y además tienen la inquietud de seguir tejiendo, comenzar a colectivizarse entre ellas, formar algún grupo, unir los hilos de sus vidas junto a otras tejedoras, para seguir creando y soñando en comunidad.
Ellas saben que nuestra estadía es pasajera, por eso las hemos alentado de forma sutil a que se sigan reuniendo, pero ésta vez nació en ellas proponer la idea, empezaron a imaginar cada detalle de los encuentros, sus deseos de poder seguir creando diseños textiles, dibujar en el witral o simplemente tejer, alimenta sus sueños colectivos como la trama alimenta al tejido.