Volvemos a encontrarnos en la Sede del Adulto mayor para continuar trabajando en el Tapiz colaborativo. Más que el resultado final y fuera de que se trata de una metodología al menos nueva para mi, tanteo los encuentros, prueba y error. El no saber también me permite dar espacio para que las cosas sucedan.
La colaboración no sólo ocurre por el hecho de co-crear juntxs, sino también es el espacio que construimos en aquella sala luminosa, blanca, llena de cartulinas que dan aviso de otras actividades, letras y palabras de la escuela para adultos mayores y artesanías de algunos de ellos. Juntxs creamos un espacio de mucho respeto, libertad, de compartir y disfrutar el oficio y las ganas de co-aprender.
Se ha transformado en un espacio democrático, horizontal, en el que todxs son bienvenidoxs. Hoy llegó más gente nueva, algunas invitaron a amigas y vecinas. La imagen del tapiz ya hablaba por sí sola, sin mucho que explicar las mujeres se sentaron en la mesa a trabajar.
Nos preocupamos de poner los paños más grandes para avanzar lo más posible, Anto se encargó de ir cociendo en el tapiz lo que ya estaba terminado, mientras tanto nos dividimos tareas. Los trabajos son muy diversos, hay algunas que están bordando flores , otras tejen, otras dibujan árboles inventados por ellas y animales que luego bordan en sus casas, etc.
Este fue el último día del tapiz para Anto, nuestra cuarta integrante del equipo. Verito una de las creadoras del tapiz con diversidad funcional, que vive en el hospital antiguo de Cochrane, le regala un discurso y un abrazo agradecida de haberla conocido.
Al terminar el taller, Celeste y Walter nos invitan a una once en su casa. Celeste tenía una torta para la Anto con su nombre escrito en chocolate. Pan con palta, queso, té, conversaciones de lo que ha sido nuestra intervención hasta ahora. Celeste y Walter nos dan ideas para dar a conocer y potenciar el trabajo del tapiz, nos proponen que hagamos un cronograma para llevar el tapiz a distintos lugares (Escuela, Liceo, Plaza de Cochrane) y contarle a la gente cómo fue el proceso. También hablamos de hacerle una entrevista en la radio a algunas de las autoras del tapiz. Mientras conversamos, Albo el conejo de Celeste nos acompaña en la mesa.
Al día siguiente Anto viaja muy temprano hacia Santiago. Nos despertamos y ya notamos su ausencia! Ese mismo día era la presentación de la obra “La tierra está enferma” del taller de teatro de la Biblioteca. Se presentaba para la Teletón. Las niñas no tuvieron mucho tiempo para practicar, las profesoras parecía que no tuvieran muchas ganas de presentarla. Ayudamos a trasladar la escenografía, más la basura que recogimos tiempo atrás en conjunto.
Llegamos a la plaza, había muy poca gente, estaba lleno de parlantes. Había mucho ruido, todo fue un poco incómodo. Al finalizar conversamos con algunas de las niñas para que nos contaran cómo se sintieron. No hubo un cierre del taller.
Queremos encontrar el momento y la manera para cerrar el proceso con ellos pero fuera del taller de teatro.
Quedamos con sentimientos encontrados. Me pregunto qué actitud debiésemos haber tomado. Siempre sentí que ellas esperaban que nos hiciéramos cargo del taller de teatro. Si hubiéramos detectado los roles a tiempo, las relaciones de poder, quizás nos habríamos preocupado de ayudarlas a ellas particularmente a implicarse más con el taller, buscar herramientas de apoyo, y reforzar la idea de trabajar en conjunto. Pero para eso necesitamos interés de ambas partes y eso no sucedió.
Al día siguiente se nos abre otra puerta, Nico Poblete (rapero de Cochrane) nos invita a una batalla de rap en el Parque. Le pide a Diego y Maca (equipo de Rutas de Encuentro) si pueden hacer una cápsula de video de esta batalla. Diego y Maca se les ocurre enseñarles a Nico y sus amigos cómo montar el video para que luego ellos lo puedan hacer por si solos.
Nos reunimos a las 16hs. Poco a poco van llegando niños y jóvenes entre 11 y 20 años. Todos se introducen en el rap principalmente por internet y porque vieron las batallas en la calle y quisieron aprender. Nos cuentan que el rap es una manera de aprender del lenguaje, aprender a defenderse, en las batallas no es sólo la voz, sino que el cuerpo y las manos impulsan también la palabra.
Nico es el jurado y el que lanza los conceptos para cada batalla, entre los conceptos propone “Rutas de Encuentro” para improvisar! En la batalla compiten niños de 11 con jóvenes de 17 años. Todo esto ocurre bajo un sauce llorón a orillas del canal.
Mi hermano Diego aprovecha también de rapear.
Al final los chiquillos nos regalan un polerón que dice “El sur suena”.
Batalla de Rap:
Video Resumen Segundo mes: