Después de algunos días de lluvia, por fin el agua paró y ahora aparece nuevamente el sol en la caleta. Nosotros teníamos ganas acumuladas por ir a grabar imágenes del entorno, por lo que salimos en búsqueda.
Al igual que nosotros, todos los pobladores de la caleta salen de sus casas al darse cuenta de la llegada del sol. Los pescadores de puye iban a revisar sus trampas, los niños salieron a andar en bici, algunos fueron al muelle a buscar señal de teléfono, las vacas pastaban tranquilamente entre los campos inundados, los pescadores fueron a arreglar sus redes, otros salieron a buscar leña. Pablito filetea reineta que trajo de Queule para vender mientras que las gaviotas y los pelicanos aprovechan de comer los restos, los jóvenes jugaban futbol en la cancha, los botes estacionados se movían con la corriente del río, las golondrinas estaban paradas en los cables de luz y los perros jugaban a pelear.
Nosotros por nuestra parte agradecíamos estas situaciones para poder grabarlas, la diversidad de imágenes que podemos encontrar en un solo día en la Barra nos llena la tarjeta de memoria y nos acaba la batería de la cámara.