Por la mañana empacamos todo para prepararnos e irnos a Caleta Cóndor, río abajo a 1 hora de distancia. Nos subimos a la embarcación y avanzamos por el río hasta encontrarnos con la escultura. Después de realizar varios intentos y estrategias para poder subir al “tejuelero” al bote, se decide que la mejor manera es atarlo al bote y llevarlo por el río, directamente en el agua. Había lugares del río en donde el caudal estaba muy bajo, por lo que Don Victor se metía al agua y lo arrastraba con sus propias manos, luego llegábamos a una zona más profunda y continuábamos en bote.
Nos encontrábamos con otras embarcaciones pequeñas en el camino, quienes miraban atónitos esta particular carga. Después de una hora y media de viaje (nos demoramos más por el peso de la escultura) logramos llegar a la casa de abajo, en Cóndor. Logramos bajar con bastante esfuerzo, la escultura del bote, y subirla hacia la casa.
El tejuelero está cada vez más cerca de llegar a su lugar definitivo.