En la última reunión que tuvimos con la comunidad de Caleta la Barra surgió una conversación sobre diferentes formas de pesca que ya no se hacían en la caleta, nos contaron sobre “los lances”, una forma de pesca comunitaria en donde participaban todas las personas de la caleta, para sacar en conjunto toneladas de corvina que luego se repartían. También conversamos sobre la antigua técnica para pescar róbalos en el rio, que consistía en una pesca nocturna con faroles hecho de manera artesanal donde colocaban un “chonchon” que era una especie de lamparín echo con un tarro que tenía una mecha y que se prendía con parafina. El farol se utilizaba para ver donde iba la punta de la red, que con la corriente del río iba cambiando de posición y como era de noche la podían perder de vista, en el fondo el farol se utilizaba como una marca para seguir las redes. Esta forma de pesca se perdió porque ya no pueden dejar que las redes se muevan con la corriente del río, ya que se enredan porque hay muchos más palos que antes, desde el terremoto del 2010 que se cayó gran parte del bosque de pinos que hay al frente de la caleta.
Nosotros teníamos la idea de realizar una recreación de una antigua forma de pesca para poder grabarla. Se lo planteamos a las personas presentes en la reunión para ver qué se les ocurría a ellos que podríamos hacer. Todos dijeron que hacer una recreación del lance era muy difícil, porque ya no existen redes tan grandes ni tanta gente dispuesta a participar, pero hacer la recreación de los lamparines era más fácil, solo teníamos que conseguir personas que todavía guardaran los faroles y nosotros artesanalmente hacer los “chonchon”. Es así como apenas terminó la reunión fuimos, con la ayuda del Braulio, a preguntar casa por casa si tenían faroles, de esta forma conseguimos que nos prestaran 4 faroles. Todos estaban sin lamparín, excepto el que nos prestó Don Joaquín que tenía un antiguo “chonchon” listo para ser usado. Los otros teníamos que fabricarlos nosotros, lo que era un poco difícil porque todos nos decían que usaban el antiguo tarro de café que tenía tapa de metal, pero ahora los tarros de café tienen tapa plástica, por lo que no servían para fabricar los lamparines. Necesitábamos tres tarros de metal, que fueran lo suficientemente pequeños para que entraran en los faroles, y lo más importante que tuvieran tapa metálica. Comenzamos a recordar qué tarros eran con tapa metálica, pensamos en los polvos de hornear que vienen en tarritos chicos, o también en tarros de pintura o de agorex. Partimos a Toltén a buscar alguna solución, finamente llegamos a la ferretería donde conseguimos 3 tarros de pintura de tamaño pequeño y con tapa metálica.
Al otro día en la mañana Don Sergio Alonso nos ayudó a poner la mecha y los llenamos de parafina. Nos pusimos de acuerdo para hacer la recreación ese mismo día en la tarde, a la hora del atardecer, solo nos faltaba conseguir los botes y personas que quisieran participar. Le preguntamos a Don Aldo, el cual dijo que bueno porque no tenía nada que hacer a esa hora. También le preguntamos a Juan Salgado, pero no podía porque estaba cansado. Empezamos a recordar quien tenía bote y fuimos casa por casa preguntado. Finalmente llegamos donde Rigo, quien nos dijo que bueno.
Es así como a las 8:30 salimos todos en sus respectivos botes río arriba a la zona que llegamos “el pozón”, lugar conocido por ser más hondo y tener menos palos. A las 9 de la noche ya estaba suficientemente oscuro para poner los faroles en el río. Todos tiraron los faroles con las redes y nosotros comenzamos a grabar desde el bote que nos conseguimos. El resultado fueron unas imágenes muy buenas, pero lo más importante fue realizar una actividad con la participación de personas de la comunidad, en donde surgieron muchos recuerdos sobre cómo era antiguamente la pesca en La Barra.