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Residencia: Aiken Villa Tehuelches - Laguna Blanca, Magallanes y Antártica - 2018 Residente: Compañía Lafamiliateatro
Publicado: 2 de noviembre de 2018
Las voces de Aiken

Una vez concluido el proceso anterior y ya liberados del entusiasmo y la pronoia del descubrimiento de algunas de las preguntas fundamentales que nos ayudarán a develar los misterios que esconde Laguna Blanca, vino esa tensa calma que precede a los momentos importantes, a los eventos cruciales. Si bien llegamos a generar las interrogantes que creemos que nos pueden guiar, ese solo hecho aislado no nos garantiza nada más que la claridad de saber por donde comenzar.

Entonces, decidimos comenzar.

En las entrevistas con todos y todas las protagonistas de los diversos espacios y/o hitos escogidos, recogimos las historias de vida y experiencias personales que inciden en la llegada, tránsito y/o permanencia de cada quien en Laguna Blanca. Este ejercicio nos dio como resultado una infinidad de razones y motivos que van desde la diversidad de sus  ocupaciones, las herencias, las decisiones familiares, hasta las casualidades del destino (en las que nos resistimos a creer). Debido a esto, es que nos hemos visto imposibilitados de hilar un relato común, y puesto que no conseguimos un avance en ese sentido,  optamos por oírlos todos, para luego decidir qué/cómo/dónde depositar lo obtenido de ellos.

Debemos admitir que nuestro primer impulso siempre fue narrar la historia desde sus habitantes originarios, pero nos vimos frustrados en nuestro intento, al confirmar que los muchos años que nos separan de la desaparición del pueblo Aonikenk (o Tehuelches como los denominaron los Mapuches por ser altos y morenos) nos impiden conectarnos de manera directa con su descendencia o con alguien que haya conservado algo de su herencia ancestral.

Aceptamos la “derrota” y decidimos abrir los oídos.

Una de las voces que se alzó más fuerte y con decisión fue la de Miguel Delgado, hijo de uno de los fundadores de la Cooperativa Cacique Mulato. Su primera frase nos impactó de inmediato y logró poner en evidencia la tensión de algunos respecto de la conformación de la comuna. Dijo: “Esto es una sucesión de usurpación de territorios”, esto a propósito del exterminio del pueblo Tehuelche, la posterior Reforma Agraria y la imposición de un gobierno comunal que se hace cargo del territorio en tiempos de dictadura. Por otra parte, pudimos escuchar a la gente que ha vivido la experiencia desde el otro lado, quienes llegaron después del 80´. Ellos ven en la Municipalidad una posibilidad de trabajo y de proyección de vida en esta comuna que por esos tiempos veía la luz.

Hagamos un poco de historia.

En los 60´ había muy pocas estancias, todas de gran extensión de terreno y de propiedad de unos pocos terratenientes. Frei Montalva, a propósito de la implementación de la reforma agraria, expropia gran parte de estos fundos y se los entrega a alrededor de 50 colectivos, con la condición de saldar el pago de las tierras a 12 años plazo, los campesinos pagaron antes de ese tiempo (mucho antes, algo así como en cuatro años) y gracias a su esfuerzo, convicción y capacidad de trabajo prolongaron su bonanza por los siguientes años. Luego vino la dictadura y comenzó la tensión con las estancias administradas por los colectivos campesinos, el gobierno de facto buscaba excusas para despojarlos acusándolos de posesión de armas, de comunistas, e incluso utilizando medidas represivas, siendo sitiadas las estancias por tanquetas militares en los primeros años de esa oscura etapa. Con el tiempo, y por consecuencia lógica de las políticas económicas y sociales (que incluyen entre otras medidas la conformación de esta comuna) las estancias comenzaron a ser vendidas y nuevamente llegaron a manos de los grandes terratenientes, volviendo estas enormes extensiones de tierra a quedar en posesión de unos pocos. Hoy sobreviven alrededor de 18 estancias, la más importante: la Cooperativa Cacique Mulato, relevante no por su tamaño o producción necesariamente, si no por su posición estratégica colindante con Villa Tehuelches y por la identificación que provoca en habitantes del territorio.

La Cooperativa Cacique Mulato nace con la reforma agraria en tiempos en que se le dio forma a Villa Tehuelches. El proyecto de vida que los cooperados concibieron para el territorio fue abruptamente interrumpido por la dictadura, siendo intervenidos mediante la creación de una comuna que utilizó su territorio como capital comunal y para la construcción del edificio municipal y las viviendas fiscales para sus funcionarios. Tanto la invasión a sus terrenos como la gran diferencia (y persecución) ideológica, marcó la relación entre la Municipalidad y la Cooperativa. Han pasado los años y han sido muchos los esfuerzos por unir ambos “mundos”. Dentro de estas acciones está la realización del Festival de la Esquila cada enero y que gira entorno a la actividad ganadera de la zona. A través de demostraciones de esquila, de la exhibición del trabajo de los perros ovejeros, jineteadas, venta de comidas típicas, presentaciones de grupos musicales folklóricos y venta de artesanía local se ha intentado generar la comunión de los habitantes, pero al parecer, nada resulta profundamente efectivo.

Hoy la comuna de Laguna Blanca se enfrenta a un grave problema: la sostenida baja en el número de la población. Muchos campos han desaparecido y se han vuelto a conformar las grandes Estancias que existían antes de la Reforma. Las nuevas tecnologías y la automatización del trabajo han elevado la cesantía y ha disminuido la contratación de trabajadores jóvenes con familia. Hoy, la mayoría son hombres solos.

Actualmente, los esfuerzos se centran en revertir esta caída pues NO es viable una comuna con tan pocos habitantes y la amenaza de ser incorporada a otra administración es latente. A nivel municipal, hay dos grandes proyectos futuros: uno de desarrollo turístico y otro para la generación de energía hidráulica, aumento de las aguas y recuperación del humedal. Se intenta una nueva acción que pretende traer consigo la ampliación de los terrenos para la vivienda y para el desarrollo industrial en Villa Tehuelches. Veremos qué pasa.

Es difícil sacar conclusiones de esta avalancha de información. Teníamos como premisa respondernos a la pregunta ¿de dónde venimos?, creemos haber logrado algunas pocas certezas desde las cuáles podemos comenzar a construir.

La Cooperativa Cacique Mulato, una de las ultimas cooperativas creadas, poderosa y de mucha extensión, es quizás el último bastión representativo de las ideas que promovieron la reforma agraria y es símbolo de la resistencia de una visión de sociedad que se niega a desaparecer a pesar de que todo en nuestra conformación actual como país indique lo contrario.

La comuna, por otra parte, nace desde una necesidad de control más que desde una pulsión colectiva que los configure, y es por eso que se torna casi imposible identificar de manera natural a la comunidad con ella. Su nacimiento forzado, es muy probable que termine determinando su muerte prematura.

Respondimos algunas preguntas. Surgen espontáneamente otras tantas y entre ellas la que consideramos más importante para seguir avanzando:

¿Cómo podemos proyectar una identidad desde una figura que nace de manera artificial y bajo lógicas que distan de ser las ideales/naturales para la conformación de una comunidad?

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