Dos días antes de la primera once comunitaria salimos a repartir invitaciones para que las personas de la caleta llegaran a esta junta, repartimos casa por casa lo que nos ayudó a conocer más a la gente de La Barra. Llegó el día de la once y la gente se demoró en llegar, pero al pasar el tiempo se juntaron quince personas, les presentamos otra vez nuestro proyecto, donde les dijimos que teníamos la idea de recopilar los relatos e historias de la caleta, les gustó la idea y al cabo de un rato comenzaron hablar de historias y sucesos que han ocurrido. Partieron por hablar de los antiguos “lances”, que era una forma de pesca comunitaria en la cual todos los mayores de la caleta, es decir padres, madres y abuelos, iban al lance dejando las casas al cuidado de los niños. Nos contaban que esta pesca comunitaria se organizaba para que con la ayuda de todo el pueblo se pudieran extraer los cardúmenes de corvina. Es así como la mitad del pueblo cruzaba el río con la red y la otra mitad se quedaba en la otra orilla, entonces se ponían de acuerdo, se gritaban de un lado a otro y comenzaban avanzar y a tirar río arriba, los pescados iban quedando atrapados en las redes. Luego se repartían las corvinas, pero la mayoría quedaban para el dueño de la red. Recordaban esta historia, que por cambios en la geografía y el clima dejaron de realizar. Nosotros por nutra parte quedamos muy contentos y entre todos decidimos seguir haciendo onces comunitarias todos los sábados en las tardes.