Para el año nuevo conocimos a Claudio, un joven pescador que este año construyó su bote para salir a pescar el salmón chinok. A su embarcación le puso de nombre «Alaska» porque le gusta ver programas de tv de Discovery, de diferentes tipos de pesca y casi todos eran en Alaska. Él pesca con su primo Kike, que en realidad no es su primo pero de cariño se dicen primos, el sobrenombre de ellos es “Los Fósforos” porque los dos son bien flacos.
Pasaron los días de mareas malas y nos invitaron a pescar con ellos. Tienen que ir en 2 botes, uno remolcando a otro, ya que el bote de Claudio es muy nuevo y no alcanzó a sacar el permiso para inscribirlo en Sernapesca, por lo que llevan un bote llamado “Félix”, que es del tío del Kike y que tiene los papeles al día pero no tiene motor (como es un bote de dos puntas no se le puede instalar un motor). Llegamos al lugar donde calan sus redes y esperamos a que amallara un salmón, haciendo una fogatita para ahuyentar los zancudos que estaban picando fuerte, mientras Kike nos contaba sus historias de pesca con mucha picardía, por lo que nos reímos harto y se nos acortó la espera. Pasó harto tiempo, cuando fueron a sacar las redes no había ningún salmón, nos bromeaban que nosotros les habíamos dado mala suerte, nos reíamos y nos decían que así era la pesca, hay días que puedes sacar muchos salmones y hay otros días que nada, lo importante es estar todos los días yendo por si acaso hubiera buena pesca ese día, ya que la temporada es corta. Es así como volvimos con el bote vacío, pero con muy buenos recuerdos de nuestra primera pesca.