Esta semana estuvimos en proceso de instalarnos en la nueva casa y aprovechando de recorrer un poco “comba” y sus alrededores, con la idea de tener un mapa más completo del territorio en el que nos encontramos.
En una de estas vueltas, orientados por el encargado del Observatorio Cruz del Sur, Rodrigo Marín, llegamos a un sitio arqueológico en un sector llamado “Los Bullines”. Este se encuentra dentro de un terreno privado y es de difícil acceso sobre todo porque su ubicación no tiene ningún tipo de señalización, al parecer con la idea de mantener este “tesoro arqueológico” en la tranquilidad del anonimato, alejado de los turistas y otros visitantes que puedan dañarlos.
Nosotros tuvimos la suerte de ser guiados hasta este sector, y la verdad es que estos petroglifos nos impactaron de gran forma por su número y variedad de diseños. Por otro lado, el lugar dónde estaban emplazados también era impresionante, rodeado de cactus (muchos de ellos en flor) y algarrobos gigantes que hacían de la experiencia de recorrer este “museo al aire libre”, una verdadera aventura llena de texturas, paisajes e historia. Una linda experiencia que nos ayuda a entender el lugar en el que estamos residiendo, el cual poco a poco nos va mostrando sus tesoros ocultos.