Akuiñ, llegamos a Pargua. Nos costó encontrar casa, ya que la construcción del puente de Chacao ha traído bastante especulación inmobiliaria y, aunque aún nosotras no veamos nada, dicen que han llegado muchos trabajadores chilenos y coreanos al sector.
Nos instalamos en una pequeña cabaña en “Villa González” lleva ese nombre porque es un sitio plagado de casitas de familiares con ese apellido. No tenemos agua caliente, internet, televisión o radio. Una vecina es nuestra “fletera”, no hay taxis. Ya nos abastecimos de leña, hervidor y comestibles. De vez en cuando vamos a tomar un café a un restaurant para ver algo de noticias, Corea del Norte podría tirar una bomba y no nos enteramos…
Pargua, ciudad-pasadizo entre el continente y Chiloé, día y noche pasan camiones con grandes acoplados y misteriosas cargas. Pocos se detienen, algunos pasan a comer a los contados restaurantes que hay en la calle principal. Aquí no hay bomba bencinera, no hay periódicos, no hay (a la vista) sitios turísticos. Incluso muchos de los funcionarios de carabineros, Liceo, posta de salud, no residen aquí.
Cerca nuestro, hay una planta procesadora de mariscos, que funciona las 24 horas (se puede ver a muchas mujeres en los cambios de turno) y al frente se ve el mar con el continuo pasar de los transbordadores.
Nos reunimos con joven de Servicio País, lleva ya unos meses trabajando en la potenciación cultural de Pargua. Conoce en detalle el territorio, nos dibuja un mapa del sector que visitamos anteriormente y que nos atrae; señala casas, nombres de personas claves, relaciones entre personas, tendencias/ tensiones etc.; nos da algunas señales que nos pueden ser útil:
1.- Cuesta la participación de las personas adultas, él se ha abocado al liceo
2.- Trabajar en colaboración con personas que tengan alguna inquietud por la comunidad. Señora Isabel (que conocimos en fase diagnóstico) parece ser una de estas figuras claves.
3.-Un espacio que pareciera ser lugar de encuentro para varias comunidades williche/mapuche es la Escuela Chayahue donde asisten alrededor de 140 chicos/chicas. Es un sector rural camino a Punta Auco.
Tuvimos una entrevista con su director, una profesora y luego con la presidenta del centro de padres, de allí nace la propuesta de presentar la obra de teatro que tiene Rumen Mülen el día 6 de octubre, como medio de motivación para propuestas colaborativas, la obra nos permita conocer a gran parte de la comunidad y nos parece un buen medio para incentivar la participación, conocer más personas claves de la comunidad, generar redes.