Aprovechando los quehaceres manuales de la madera, decidimos también ponernos a habilitar espacios físicos. Pintamos la pizarra entre la Sofía (que llegó la semana pasada), el profe Hugo, la Pía y yo, y aprovechamos que nos quedó pintura del mural para pintar la puerta. Distribuimos espacios según la conceptualización que habíamos establecido con la Pía, y con la Isi y la Nacha (dos alumnas pequeñas que no calzaron mucho en el taller de madera por ser muy pequeñas y no poder usar las herramientas) ordenamos los materiales editoriales en una estantería.
El ciclo mayor de la escuela (8 niños) es una mezcla particular, porque van desde 1ero básico a 6to, es por esto que las atenciones, ritmos y necesidades son muy diferentes. Por ejemplo, en las jornadas de fanzines, a los niños más chicos les es mucho más fácil ponerse a dibujar, y los más grandes están súper pendientes de que les quede bien, por eso toma mucho más tiempo.
Teniendo en cuenta esto, he querido separar un poco algunas actividades, por ejemplo, involucrando a las niñas chicas en el orden y organización y a las más grandes en el taller de madera. En cuanto a lo editorial me gustaría hacer sesiones separando a los niños de a 2 o 3 pensando en lo que necesitan cada uno, un espacio libre de arte para lograr que todos realmente se involucren. Voy a ver si me da el tiempo, y si los papás y los profes me siguen la idea.