Ya con noviembre en el calendario y con un fin de semana largo en Mehuín, comenzamos a evidenciar como el pueblo se activa. Abren negocios que no habíamos visto funcionar a lo largo de octubre, las artesanías, los puestos de empanadas y dulces en Mississippi, evidencian el cambio de temporada y el turismo que comienza a activarse.
Visitamos los cementerios de Piutril y Mehuín Bajo para el día de los muertos, donde pudimos ver la forma en que las personas de la localidad se relacionan con sus difuntos, reparando tumbas y embelleciendo el lugar de forma autogestionada. Conocimos también las historias detrás de los cementerios indigenas que se encuentran en la localidad, como el cementerio de Mehuín Bajo sobre el cual se ubica hoy la iglesia católica San Antonio, o el pequeño cementerio ubicado al costado del río Lingue, a pasos del puente que une Mehuín con Mississippi, y cuya pequeña y deteriorada cerca advierte su presencia.
Ha sido interesante encontrarnos con estos cruces culturales arraigados a las prácticas Lafkenches y la defensa del territorio, versus la casi llegada del verano y la vorágine comercio turístico, donde el plato de merluza frita con papas fritas es el eje del menú.