Cuando hablamos del curanto, hablamos de una receta gastronómica ancestral, tan antigua que se dice debe ser de los encuentros gastronómicos más antiguos y uno de los que conglomera más personas, pues es un evento social en sí mismo, invitándonos a cooperar y a estar atentos en cada momento de su preparación. Curanto que proviene del mapudungun Kura: Piedra – Antü: Sol que podría definirse como “piedras calientes” o “piedras al sol”.
Nos reunimos el día viernes 8 de diciembre a las 17 hrs, tal como habíamos acordado en el trawûn anterior, comenzamos bajando leña, reuniendo los pangue (hojas de nalca) y las piedras grandes. Mientras otros se preocupaban de pelar dos sacos de papas para luego rallarla, otros estaban preparando una rancha o ramada para acondicionarla y mostrar un registro audiovisual, así es como todos trabajamos hasta pasadas las 21:00 hrs. para al otro día reunirnos desde muy temprano.
Comenzamos en la mañana descargando las sillas, sonido, amplificación, poniendo paneles con fotos, mientras otros prepararon milcaos, chapaleles, limpiaron los mariscos, prendieron el fuego y cuidarse de las piedras, pues saltan cuando se calientan.
Todas las personas de las comunidades que asisten a la actividad muestran voluntad, entusiasmo, y con una vasta experiencia en realizar curanto, por lo que se delegan roles y funciones.
Para dar inicio a la jornada, donde se reúnen la comunidad de Punta Auco y la comunidad de Reñinhue, se ponen de acuerdo para bajar a la playa y realizar una ceremonia de agradecimiento y dar inicio a la actividad, esta es realizada para que todo salga bien junto con que los alimentos nos nutran y fortalezcan.
Cuando ya están calientes las piedras, se comienzan a colocar los ingredientes (cholgas, almejas, carne ahumada, pollo, longanizas, piures entre otros) se cubren con pangue (Hojas de nalcas), luego se colocan los chapaleles y milcaos, nuevamente se cubren con pangues, para finalmente cubrir con una lona y sellar con tierra, lo que permite una cocción al vapor y con toque de ahumado.
Durante el tiempo que queda para la cocción de los alimentos, tenemos programada una actividad de agradecimientos y de discursos, en este lugar se reúnen ambas comunidades, también autoridades locales como representantes de la Municipalidad de Calbuco, representantes de Red Cultura de Los Lagos, representantes de Servicio País entre otros. Muchas de estas autoridades sorprenden con su presencia, pues es primera vez que están en Punta Auco.
Se da inicio a la actividad con un poema de Valentina, una niña de la comunidad, con mucha fuerza y sabiduría, habla de cómo quisiera ver su territorio, además de lo esperanzada que se encuentra con que el futuro será mejor, con más respeto y más valor, para que todos y todas puedan sentirse orgullosos de ser mapuche-huilliche.
Se abre el espacio para que los miembros de la comunidad puedan hablar y decir los que piensan, es ahí cuando habla Doña Isabel, dirigente de Punta Auco, sobre la necesidad de su gente por hablar mapudungun, de que se imparta más educación intercultural en los colegios y que su comunidad sea considerada en nuevos proyectos culturales que les permitan reflexionar acerca de su cultura.
Luego se invita a miembros de la comunidad de Reñinhue, de los cuales habla Doña Otilia, ella habla del momento histórico en el cual ambas comunidades se reúnen para realizar un actividad, de lo importante que los niños puedan ser partícipe de procesos educativos, en donde tantos niños como padres y madres, se vieron involucrados en un proceso recíproco de aprendizaje, rescatando tradiciones y trayendo a la memoria el pasado.
Luego hablan los representantes de las instituciones, Don Roberto Alvarado, encargado de Cultura de la Municipalidad de Calbuco, quien agradece la participación de las comunidades y el acercamiento humano que tuvieron los residentes de la residencia de arte colaborativo, la empatía y vinculación con los integrantes de la comunidad, dando pasos al diálogo y entendimiento, así como a la construcción de ideas y proyectos. Invita a ambas comunidades a acercase y a dialogar.
Para ya finalizar este acto solemne, se exhibe el registro audiovisual donde miembros de ambas comunidades fueron partícipes, protagonistas de su territorio y su historia. Es un momento emocionante, para muchos es primera vez que se ven en una pantalla, sumado a lo importante de cada idea, cada palabra y cada pensamiento, ya que durante la exhibición es posible conmovernos con las sabias palabras de una papay (mujer mayor), alegrándonos con los niños jugando y ver en la pantalla lo importante que fue cooperar colectivamente con el levantamiento de los corrales de pesca. Los participantes hablan de lo histórico que se vuelve volver a realizar trawun y cómo esto contribuye en poder organizar y cooperar en actividades. Terminada la muestra audiovisual se invita a todos y todas a acercarse al curanto, pues se encuentra listo para ser destapado.
Cuando se realiza el destape del curanto, todo se vuelve acelerado, y hay que estar atento a cada movimiento, pues todo es vapor, chapaleles y nalcas, estas debes ser retiradas en un bandeja o asadera y sacadas con un tenedor, aunque la gente con más experiencia los retira solo con las manos y rápidos movimientos de sacados, tal como en una escena de bruce lee en sus películas. Es necesario estar atentos, pues en todo el vapor puede haber un accidente. Luego de los chapaleles y milcaos, viene la hora de sacar la carne ahumada, las longanizas y el pollo, van siendo cada vez más rítmicos y coordinados los movimientos. Finalmente viene el turno de los mariscos que quedan en el fondo junto a las piedras calientes y las brasas.
Las personas de la comunidad nos explican que es una tradición antigua sentarse a comer curanto lo más cerca del hoyo, además de comer directamente de él. Por lo que es necesario servirles a los invitados en la mesa, y que cada uno se vaya sirviendo. Es un momento de camaradería y de fraternidad comer juntos en este evento, pues nos vemos invitados a compartir y a preocuparnos del otro, ya que es necesario entregar y recibir.
Finalmente cuando ya se termina el curanto, la sobremesa se extiende por más de una hora.
Los más jóvenes invitan jugar palín, por lo que es necesario preparar los wiños (chuecas) para un amistoso, es un juego de inclusión, donde tanto niños como adultos son partícipes, y lo especial de este día es que todos y todas están siendo convocados(as) a ser partícipes. Es un momento de alegría y de amistad.
Cuando ya termina la jornada, se invita a tocar instrumentos mapuche y a danzar como toda celebración en el sur debe ser, música originaria y baile, que es como se expresa la alegría a la mapu, pues al bailar despiertan los ngen (protectores) y newen mapu (fuerza de la tierra).
Rume mañum
Muchas gracias