Una vez que decidimos que el taller iba a terminar con la estantería, la convocatoria bajó, sin embargo aparecieron las alianzas infinitas y poderosas: Jaqcuie y Telma son las tías del PMI (plan de mejoramiento de la atención a la infancia), que equivaldría a un jardín Junji, donde asisten niños desde los 2 años hasta kínder.
Ya habíamos hablado del nivel de quietud y templanza que tienen los niños, lo hermosa y estimulante que tienen decorada la sala, y el nivel de creatividad de las actividades que realizan. Ahora nos toca hablar de la motivación y las habilidades de estas dos mujeres: se pusieron la camiseta 100% por el taller, se motivaron y fueron las asistentes estrellas del José, hasta lo dejaron cansado y lo agarraron pal leseo sin parar.
Estas mujeres de alma bondadosa entienden completamente el espíritu del proyecto, entienden el trabajo por una educación integral, ¡bravo por las dos!, quienes complementando el espíritu hacedor del profe Hugo (que se motivó e hizo una carreta el sólo en el marco del taller), hacen que esta escuela sea un hermoso lugar dónde educar.
Cuando se fue José me dijo: “con ellas podría trabajar mucho tiempo más”, y yo también espero hacerlo.