Miércoles. Luego de haber fracasado en la primera convocatoria –mal horario-, replanteamos las estrategias tanto en el horario como la presentación del taller, el que ahora se llama “La Huerta Imaginada” y que va los lunes y miércoles a las 16:00 hrs, los viernes a las 13:20 hrs.
Retomamos el taller hoy miércoles luego del lunes festivo, asistieron 4 niñas y 6 niños. La recepción de la primera actividad y su desarrollo fue muy buena, mucho mejor de lo que esperaba considerando sus edades –de 10 a 12 años-. Según la experiencia que tengo haciendo clases de arte a niños de esa edad y en grupos de 30 o más, es que son muy inquietos por lo que hay que mantenerlos ocupados pensando, dibujando, pintando para que no se dispersen y luego abandonen las actividades.
La sesión comenzó puntualmente a las 16 hrs y duró 56 minutos. Aunque parezca increíble, en esa hora de trabajo alcanzamos a desarrollar la actividad con éxito pues conseguí aquello que siempre espero lograr con esta primera clase, que a esta altura -digo por la cantidad de veces que la he hecho- es una especie de performance que se desarrolla en el tiempo, de largo aliento. Con esto de la reiteración, recuerdo un video que vi en YouTube donde aparece Gilles Deleuze describiendo lo que para él es un profesor, donde lo perfila como un performer que trabaja su obra en un largo tiempo tras incesantes y variados ensayos y errores –según lo que entendí-, idea que me pareció fantástica.
Con el tiempo he construido un diagrama que aplico en cada sesión de clase de arte que hago, sea para una o para cuarenta seis personas. Consiste primero en inducir la observación y análisis de un concepto a partir de una pregunta, para articular dicha pregunta construyo un contexto que posibilite su pertinencia, algunas veces, me hago de una breve historia personal muy cotidiana a la que le sumo algunos elementos o acciones de dudosa procedencia, ya que bordean lo absurdo, para lo cual procuro siempre mantener el verosímil. En otras ocasiones perfilo un contexto que sostenga la pregunta desde el contraste entre algunas ideas venidas de las ciencias naturales, u otras disciplinas, ideas sobre las que reflexiono brevemente. De ahí, cada individuo busca la manera de responder la pregunta evitando las imágenes cliché para luego exponer al grupo los resultados individuales. Aplicamos un breve pero profundo análisis y concluimos la sesión con alguna observación que revele el desarrollo de lo ya pensado.
Grabé la sesión, así como lo haré con todas, y la revisé en la noche del mismo día.
Carlo Mora.