Hoy tuvimos nuestra presentación formal con la comunidad de Punta Auco, la idea era volver a conversar con ellos el objetivo de la residencia colaborativa, debido a que en nuestro primer acercamiento de la etapa diagnóstica, fue confuso para nosotros explicar en que consiste el arte colaborativo como para lo comunidad comprenderlo, sobre todo cuando como sociedad estamos acostumbrados a tener resultados concretos y nos han enseñado que el aprendizaje se da de una forma vertical.
Para preparar nuestro primer Trawün o reunión (en huinca dungun) con la comunidad, nos organizamos distribuyendo tareas entre los y las integrantes del colectivo, conversamos sobre nuestra presentación y la metodología que utilizaríamos para esto, también nos propusimos hacer sopaipillas y llevar mate como parte del protocolo mapuche. Nos levantamos tempranito, hicimos la masa y freímos sopaipillas, mientras otros hacían un pebre de cochayuyo y arreglábamos los últimos preparativos para la actividad. Una vez listos emprendimos rumbo caminando hacia la ruca donde ya se encontraba la comunidad reunida desde más temprano. Esperamos que nos cedieran la palabra y comenzamos nuestro Pentukun o presentación, primero como colectivo, después de forma personal dando paso para que la comunidad también lo hiciera. Una vez terminando nuestro pentukun, nos dispusimos a compartir las sopaipillas, mates, risas e intereses de la comunidad para trabajar en conjunto durante la residencia, y fue en este momento en que nos encontrábamos todo en confianza y acordando horarios para reunirnos, cuando ingresa a la ruca un político y su comitiva a hacer campaña. Creyendo que los mates y sopaipillas están dispuestos para recibirlos, se instalaron en la reunión acaparando la atención y también la comida por largo rato, siendo interrumpida nuestra conversación no nos quedó más que esperar que se fueran, dejándonos sin tiempo para seguir conversando y sin sopaipillas para compartir, en fin…….Nadie sabe para quién trabaja.