Las conversaciones acompañadas de un mate hacen que las palabras salgan con más facilidad. Durante estos días nos hemos dedicado a visitar a las mujeres líderes de las comunidades de Punta Auco y Reñiñhue, por supuesto en cada casa mateábamos y cuando entrábamos en confianza aparecían los recuerdos, pensamientos y opiniones. Hablamos de las huelgas de hambre que no dejan indiferente a nadie, hablamos de la violencia y de lo difícil que es mantener la cultura de los ancestros en es estos tiempos. Cómo se trabaja por no dejar que los antiguos conocimientos desaparezcan y cómo permanentemente hay que defender. Nos cuentan algunas cosas que acá también pasan, pero en menor medida dicen, aunque de forma más silenciosa que otros lugares. Seguimos con el mate…
Hablamos de cómo ellas ven el territorio, como lo sienten. Estamos en zona williche, la mayoría de quienes habitan acá, trabajan en el borde costero, existe un corral de pesca antiguo que aún se ocupa, se va a mariscar, se recolecta pelillo entre otros, nos cuentan también que están en proceso de solicitud del borde costero, una tarea ardua que viene por delante.
Acá existen empresas salmoneras que además de contaminar el mar, han puesto en desequilibrio la unión del territorio. Es por esto que ambas comunidades decidieron trabajar por separado, pero ambas nos manifiestan la intención de recordar y rescatar lo que hacían nuestros antiguos.
Seguimos caminando y mateando acompañados del fuego, del viento, de las palabras…