Lunes. Fuimos temprano por la mañana con Gastón Luna a la escuela para repartir informativos sobre la hora y lugar en que se realizará el taller de Artes Visuales –lunes de 18 a 19 hrs.-. Repartimos los volantes mano a mano a muchos niños y jóvenes que nos preguntaban de que se trataba, a los que en pocos segundos les expliqué que era un taller para explorar sus intereses y que aprenderíamos técnicas de artes plásticas o algún tipo de manualidad en la medida de los intereses particulares y colectivos que fueran apareciendo. Quedé con la sensación de que esa respuesta mediaba entre lo que refiere a un “taller de algo” y lo que me interesa desarrollar, que si hubiese sido del todo honesto debería haberles dicho que la idea del taller es experimentar la posibilidad de otorgarle presencia visible a lo invisible. Y claro, la primera pregunta del taller es ¿Qué es visible?, y le pueden seguir otras como ¿Hay algo invisible? y así hasta el infinito.
La primera sesión de taller es hoy a las 18 hrs. Llegué a las 17:30 para instalar la cámara de video y preparar la sala. Ya a esa hora prácticamente no había nadie en la escuela, me encontré con algunos profesores con los que habíamos conversado anteriormente, y vi que se retiraban y que el lugar se quedaba cada vez mas vacío. Me acerqué a la directora que estaba en su oficina para preguntarle si me podía instalar en la biblioteca donde sería el taller, ella me acompañó amablemente y por el camino me conversó sobre lo complejo que era esa hora porque la escuela la cerraban a las 18 hrs. Instalé la cámara y recorrí el lugar para ver si había gente, solo llegó una profesora, Lorena (jefa de UTP) y la directora. Al ver con desazón que habíamos fallado conversamos sobre utilizar otra estrategia y en primer lugar cambiar la hora y los días de taller. Acordamos realizarlo 3 veces a la semana de 16:00 hrs a 17:30 hrs los lunes, miércoles y viernes, esto considerando que los estudiantes terminan su jornada a las 16 hrs. y que sería bueno pasar nuevamente por las salas extendiendo la invitación y mostrando en imágenes los resultados de otras experiencias, el taller se llamará “La Huerta Imaginaria”.
Hay que pensar nuevas estrategias y saber mezclar los intereses de la comunidad con el diagnóstico que hemos realizado en estas semanas. La gente prácticamente no sale de sus casas, salvo para el trabajo y las compras, y ya después de las 19 hrs. no se ve a nadie caminando por la localidad o en las plazas, es muy raro encontrarse con algún grupo de jóvenes compartiendo, eso sí, he visto que en algunos negocios se juntan 3 o 4 personas a conversar por momentos. Hay que salir a recorrer, caminar cada rincón y tocar las puertas.