Nos ha tocado desarrollar anteriormente dos residencias de arte colaborativo. Antes las gestionamos a través de otra organización. Esta vez nos quisimos independizar, no tenía sentido realizar esta residencia con otro nombre si era producto de nuestro trabajo y de nuestra línea editorial junto a las comunidades con las que nos encontramos. Consejo: no hacerle la pega a otros.
Continúo… Esta vez como pareja teníamos el desafío de llevar a cabo la residencia en familia. En la primera residencia formamos pareja, en la segunda esperábamos familia, en la tercera, ya lo somos.
Es una tarea soñada la verdad, siempre me imaginé, desde que conocí el trabajo artístico junto a comunidades, el poder hacerlo con una hija (siempre quise que fuera niña). Hermoso ha sido verla desarrollarse, en paralelo a como avanza una propuesta creativa. Hermoso ha sido verla tener otros estímulos que en un departamento en la ciudad no tendría. Cuando llegamos, con esfuerzo ella se sentaba, hoy gatea y logra pararse afirmándose de algo. A penas conocía los animales, ahora los reconoce y diferencia, también las texturas del paisaje. Y en contacto con la comunidad ha aprendido a relacionarse, a confiar.
Para nosotros como familia de artistas, jóvenes aún, y padres primerizos, ha sido un trabajo particular, no sin alguna frustración de por medio, no sin ralentizar algunas cosas que antes hubiéramos resuelto más fácilmente. Sin embargo, el contenido de todo está teñido de felicidad, de eficiencia (hay menos margen de error), de orgullo, una palabra muy ocupada por lo padres de uno. No obstante, es un orgullo propio, orgullo y agradecimiento a la hija, porque ha sido mucha luz y alegría, casi conscientemente a veces hemos pensado, orgullo y agradecimiento al arte que incorpora tus circunstancias a la creación. El arte es generoso en ese sentido.
No sé, es una sensación que en un tiempo podremos explicar con mayor precisión. Ha sido una experiencia hermosa en muchos momentos. Muchas gracias Matilde por acompañarnos. Sin duda te ganaste el cariño de muchos crucerinos.