Como colectivo continuamos reuniéndonos con la Agrupación Cultural Acukurra, y nuestro segundo encuentro del sábado 3 de noviembre fue para seguir limpiando el sector del Anfiteatro de Curarrehue, un espacio que la agrupación espera reactivar y recuperar.
Además de la limpieza y de seguir compartiendo y conociéndonos entre el Colectivo y la Agrupación, pudimos conversar de manera más profunda sobre un posible trabajo creativo generado a partir de ambos colectivos. Concretamente, les propusimos realizar un trabajo audiovisual, reflexivo y colaborativo, en torno a ciertas problemáticas o mensajes que quisieran difundir como agrupación. El hecho de que este trabajo pueda fundamentarse en alguna temática identificada por la Agrupación, es doblemente importante en su trayecto como colectividad, no sólo porque podría ser el momento de plasmar y reflexionar lo que quieren lograr como agrupación, sino también porque es una invitación a pensar en qué los hizo reunirse como tal. Este asunto fue una de las primeras inquietudes colectivas que nos compartieron los integrantes de la Agrupación, relatándonos la necesidad que tienen de pensarse a sí mismos como grupo, y con ello encontrar aquello que les provocó juntarse y darle forma a su organización. Creemos que apoyar y energizar esa reflexión en un intercambio de saberes y herramientas entre ambos grupos, sería inmensamente provechoso.
Compartirles esta invitación dio pie a una serie de comentarios e ideas relacionadas a esta invitación, y a la pregunta que podría abrirse como hilo conductor de este video. Prácticamente todos los miembros de la agrupación allí presentes compartieron sus reflexiones sobre lo que significa habitar un territorio como Curarrehue, con las problemáticas actuales que presenta, pero también con la historia y el conocimiento que carga aquí la cotidianidad. Varios nos contaban de lo que significa el río en sus vidas, en sus infancias, en su presente; o las historias en torno al Marillanca, el cerro que acoge desde sus faldas a este pueblo. Otros que habitan Curarrehue hace algún tiempo, identificaban en quienes nacen y crecen aquí una relación distinta con la naturaleza, una relación más consciente y respetuosa. En fin, la apertura de un trabajo audiovisual es profundamente laxa, en sus imágenes, su narrativa, su sonido, esperamos haber transmitido esas tantas posibilidades a los integrantes de la Agrupación.
Todas estas ideas nos tomaron un par de horas de conversación, y esperamos que sigan su trayecto en un trabajo de creación conjunta, de activación del territorio y de las colectividades que nos abrimos a colaborar, y a aprendernos una a otra.