Mehuín y Queule son caletas de pescadores, ambas insertas en los márgenes costeros de la cordillera de Mahuidanche que se sumerge en las aguas del pacífico, dependientes y abrigadas por los ríos que las desembocan, el Lingue y el Queule. La península de Punta Ronca es el hito geográfico que las separa, seis Kilómetros distancian a Queule de Mehuín, el primero en la región de La Araucanía, el segundo en la de Los Ríos.
Históricamente los pescadores de Mehuín han estado estrechamente relacionados con los de Queule, de Mississippi, de Villa Nahuel, de Mehuín Bajo, así como con los recolectores de orilla de Maiquillahue, Chan Chan, tanto por las familias como por lo que abarca ser pescador, navegar en búsqueda de peces y mariscos, encontrarse en alta mar, en la construcción de las embarcaciones, en la recolección de algas, en el tratar con intermediarios, el verse beneficiados o perjudicados tanto por la abundancia como por restricciones legislativas. Mientras se comparten las artes de la pesca y recolección, van confluyendo los saberes de hombres y mujeres de distintos orígenes mapuche lafkenche, colonos europeos, criollos errantes de todo el territorio que se mueven en torno a lo que el mar y tierra pueden brindar.
También la relación está presente en los veraneantes históricos de La Araucanía, que en cada época estival se congregan en los campings de Mehuín, individuos flotantes que reconfiguran las dinámicas y ritmos locales, en relación al resto de los meses donde los flujos son más lentos y fríos. Personas que desde hace décadas han peregrinado a esta localidad, hoy en vehículos particulares y recorridos frecuentes versus ayer en los escasos Buses Tradeso, que acercaron Mehuín y Queule con las localidades del Cautín y Toltén.