José Quintonahuel trabaja con don David, nuestro gnen ruca (dueño de casa) en el lugar donde nos quedamos. Nos hemos empezado a conocer, a conversar, nos presentó a su hermano de crianza Daniel Carinao con el cual nos juntamos un par de veces a hablar sobre las comunidades de la localidad de Reigolil. Un día nos invitaron a su casa a visitar a don Antonio Carinao, Lonco de tradiciones como se le llama acá, quien realiza las ceremonias de nguillatún y we tripantu en este lugar. Su tierra es un paraíso, el río Maichin se divide en varios brazos atravesando el campo, las montañas son una selva llena de vegetación nativa e imponentes araucarias. Hablamos, comimos y nos reímos juntos, conversamos sobre trabajar en colaboración y ver cómo podríamos apoyar el proceso de construcción de hornos que quieren empezar a realizar en la zona ceremonial.
Después de unos días nos informaron que no había la capacidad colectiva de construir los hornos en colaboración, que para construir un horno había que instalar una ruka que le protegiera y eso era mucho trabajo, así que nos limitamos a seguir compartiendo, a pasar tiempo con José y escuchar sus historias de trilla, de veranadas, a compartir un mate o una conversa a la pasada.