Los traslados no son fáciles, hay que estar atentos a los horarios acotados del mini bus que sube al Peumal y contar con un tiempo previo por la incerteza de la hora exacta en que pasará por Romeral. Cada vez contemplo un tiempo de una media hora en el paradero por si el mini adelanta su llegada desde Curicó, correr el riesgo de que se pase puede significar perder una reunión, tener que esperar unas dos horas al próximo o definitivamente haber perdido el día si ya sólo queda como opción el último mini que sube cercano a las 18 hrs.
Un gato del APR ya es mi amigo. Me acompaña en mi espera del mini para volver a Romeral y nos recibe al llegar al Peumal para ser regaloneado.
Tuve mi primera ida a las reuniones del Club de adulto mayor “Los Tatas ilusionados”, con quienes me fui conociendo en el mini al subir, pues muchos vienen desde otras localidades como San Ramón y San Pablo, al Club del Peumal. El recibimiento fue muy cálido, fue una entretenida tarde donde conversamos, pude hablarles del trabajo de la residencia y ellos compartir sus intereses y mirada de la localidad. Comimos y hasta bailamos cuecas y rancheras, así conocí también a Carmen Gloria, cantora popular que junto a su hermana Gabriela, tiene un dúo y con quienes también surgió el interés de trabajar en conjunto.
Las redes se van armando, desde encuentros cotidianos y algunos más programados. Cada uno de ellos teñidos con la calidez y amabilidad de sus habitantes.