La acogida de parte de algunes vecines de la villa nos ha motivado día a día a confiar en el proceso que emprendemos.
Perdí la cuenta de todas las veces que hemos visitado a Carmen y Winston. Ahí compartimos largas charlas, pensamientos y sentimientos sobre el territorio, ricas comidas y nutritivas sobremesas.
Nos llama la atención que estos compañeros de vida compartan y realicen actividades cotidianas y significativas. Como sembrar en el huerto de la casa, salir a mariscar y recolectar alimentos del mar, preparar viajes por los alrededores en una intensa búsqueda del entendimiento, sobre cómo otres habitaron hace ya más de 11 mil años estas tierras.
Siempre hay alguien más en la casa o llega alguien, son muy cordiales y les gusta mantener una vida social activa. Siempre están llegando personas a su casa y ellos les reciben. Muchos vienen para hablar con Winston, para preguntarle asuntos de su investigación, amigos de paso, viajeros y trabajadores que no dudan en visitarles.
Siempre una conversación aflora en el hogar de nuestros nuevos vecines y amigues.